MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El neurólogo del Hospital Universitario del Vall d'Hebron de Barcelona Javier Sotoca ha destacado el papel de la inteligencia artificial (IA) como una herramienta que ayudará "tanto en el diagnóstico diferencial como en el manejo" de enfermedades neuromusculares, así como servirá para "modelar respuestas a tratamientos e incluso ampliar los posibles diagnósticos".
"De hecho, una inteligencia artificial bien entrenada puede ayudarnos a predecir las respuestas a los tratamientos", ha añadido Sotoca durante su participación en el simposio 'Diagnóstico diferencial en enfermedades neuromusculares: cómo la inteligencia artificial está cambiando las reglas del juego', que ha tenido lugar en el marco de la LXXVI Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que estos días se celebra en Valencia.
En este sentido, el especialista ha asegurado que en algunas consultas ya se está viendo la aplicación de la IA en la práctica asistencial. "La inteligencia artificial puede ayudar en el proceso de la anamnesis con el paciente. De esta forma, el médico puede invertir su tiempo en conversar con el paciente y el modelo de inteligencia artificial se encarga de trasladar toda esa información al historial clínico de la persona que está en consulta. Esto ahorrará tiempo al profesional sanitario, ya que esta labor consume muchas horas de nuestro tiempo actualmente", ha indicado Sotoca.
Al hilo, el doctor Juan Francisco Vázquez, experto en enfermedades neuromusculares, ha destacado que, en un futuro, la inteligencia artificial también ayudará a evaluar pruebas diagnósticas, como las pruebas diagnósticas por imagen, como la interpretación de variables genéticas. Estas pruebas, mediante inteligencia artificial, pueden determinar su patogenicidad.
"A día de hoy esto no se está utilizando en la práctica clínica, pero es previsible que en pocos años pueda incorporarse. Una vez se recoge el historial del paciente, de una forma más o menos sistematizada, y las pruebas complementarias, lógicamente existirán algoritmos de IA que nos ayudarán, sobre todo, en los diagnósticos más complejos. En el caso de las enfermedades raras minoritarias es muy probable que la IA sea de gran ayuda para lograr el diagnóstico de las mismas", ha afirmado Vázquez.
IMPLANTACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Según los expertos, el uso de la IA en medicina puede generar cierto escepticismo entre los clínicos. Por un lado, actualmente no existen programas formativos, por lo que los neurólogos se están formando por iniciativa propia. "Probablemente este sea uno de los problemas de estos modelos de lenguaje en la práctica clínica. Pero, sin duda, deberán implementarse a los programas docentes, tanto en la facultad como en la residencia", ha explicado Vázquez.
Pero también, algunos clínicos pueden percibir la IA como una amenaza, al tratarse de una herramienta poco conocida hasta ahora. En este sentido, Sotoca afirma que "la IA nunca podrá sustituir a un neurólogo o a cualquier otro profesional sanitario. Primero, porque los pacientes deben ser explorados para comprender adecuadamente qué les ocurre, y eso requiere la intervención directa del clínico. Segundo, porque es fundamental explicar y transmitir al paciente su diagnóstico con empatía, algo que una IA no puede hacer".
Para que la inteligencia artificial se convierta en una aliada efectiva en el abordaje de enfermedades complejas, es fundamental que los profesionales sanitarios estén formados en su uso y comprendan su papel como una herramienta complementaria. En este contexto, Sotoca insiste en que "para que la IA funcione correctamente, debemos hacer bien nuestro trabajo y saber formular las preguntas adecuadas. Las respuestas que ofrece son un dato más que nos orienta, pero no deben tomarse como una afirmación absoluta o un diagnóstico definitivo".