MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Miguel Ángel Llaneza, ha aclarado que, aunque un macroestudio señala al virus de Epstein-Barr (VEB), la mayor causa de la mononucleosis aguda infecciosa, también conocida como la enfermedad del beso, como causa principal de la esclerosis múltiple (EM), haber desarrollado una infección por este virus, no implica que necesariamente vaya a desarrollar esclerosis múltiple ya que la EM es multifactorial.
Si bien varios estudios proporcionan pruebas sólidas de que la mononucleosis infecciosa es un factor de riesgo importante para desarrollar esclerosis múltiple, también es cierto que la altísima prevalencia de seropositividad al VEB en la población general (95%) y la frecuencia relativamente baja de incidencia de esclerosis múltiple plantea un gran desafío para probar la causalidad directa entre el riesgo de desarrollar la enfermedad y la infección viral previa.
En resumen, explica que la infección por VEB antes de los 15 años podría influir en el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple y esta dependencia de la edad podría deberse a respuestas inmunitarias alteradas tras el contacto con el virus en la adolescencia y la edad adulta temprana. Si embargo, el estudio publicado en la revista 'Science', no está claro por qué la esclerosis múltiple se manifiesta en algunas personas y en otras no.
Así, recuerdan que "la enfermedad no sigue un patrón de herencia convencional", asociado a un único gen, sino que se han identificado más de 200 genes que parecen conferir al individuo un mayor riesgo de desarrollarla cuando se expone a los referidos factores ambientales. Lo que sí se sabe s que es una enfermedad crónica autoinmune, inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central, y es el trastorno neurológico discapacitante no traumático más común en los adultos jóvenes de los países desarrollados; y que ha aumentado en el mundo en las últimas décadas.
Por otro lado, advierten de que muchos los estudios realizados para tratar de identificar cuál, o cuáles, son los factores ambientales directamente relacionados con el desarrollo de la enfermedad "sin que hasta ahora haya podido establecerse una relación definitivamente consistente con ninguno de ellos."