Neuropediatras reivindican su "papel clave" en el manejo multidisciplinar del cáncer infantil

Archivo - Médico con niño con cáncer.
Archivo - Médico con niño con cáncer. - FATCAMERA/ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 14 febrero 2025 15:21

MADRID 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El neuropediatra y miembro de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), el doctor Federico Ramos, ha reivindicado el "papel clave" de los neuropediatras en el manejo multidisciplinar del cáncer infantil, tanto en la etapa prediagnóstica como en en la del tratamiento activo, e incluso en el seguimiento a largo plazo, con motivo de la celebración este sábado del Día Internacional del Cáncer Infantil.

"El neuropediatra con suficiente expertise en el área de oncología desempeña un papel clave en la identificación temprana de signos neurológicos sugestivos de cáncer, y en la indicación de estudios de imagen apropiados (RM, TC) para confirmar el diagnóstico", ha afirmado el doctor Ramos.

El experto ha advertido de que el tratamiento del cáncer infantil (cirugía, quimioterapia, radioterapia u otros) puede generar complicaciones neurológicas a corto y largo plazo, por lo que un neuropediatra entrenado en Oncología es esencial para el diagnóstico y tratamiento de alteraciones motoras, como el manejo de déficits motores, alteraciones en la marcha y movimientos anormales, o el control de la epilepsia secundaria.

Su papel pasa igualmente por prestar atención a las disfunciones cognitivas, tales como dificultades de aprendizaje, de memoria y de concentración tras la quimioterapia o radioterapia; por tratar trastornos del lenguaje y la comunicación, por diagnosticar y tratar trastornos del sueño; por abordar problemas conductuales y emocionales; y por el manejo de síndromes neurológicos con predisposición al desarrollo de tumores (Neurofibromatosis 1 y 2, Esclerosis Tuberosa, Melanosis neurocutánea...).

Ramos ha resaltado que, en el caso de los tumores del sistema nervioso central, estos pueden presentar síntomas "inespecíficos" al principio, por lo que es un "desafío diagnóstico" para el médico, lo que conlleva al retraso de su identificación y al aumento del intervalo sintomático hasta el inicio del tratamiento.

"La detección temprana es trascendental, aumentando las tasas de supervivencia, ayudando a reducir la agresividad del tratamiento (lesiones detectadas tempranamente pueden requerir menos intervenciones invasivas), y disminuyendo el riesgo de secuelas a largo plazo", ha explicado.

Por otro lado, ha señalado que el cáncer infantil en España es "afortunadamente" una enfermedad poco común, pues representa un 0,5 por ciento de todos los cánceres, aunque ha subrayado que es la principal causa de muerte por enfermedad en niños de entre uno y 14 años, y que aproximadamente la mitad de los pacientes pediátricos con cáncer van a acabar presentando un síndrome neurológico relacionado con la enfermedad.

"Cada año, se diagnostican en España alrededor de 1.100 casos nuevos de cáncer en niños menores de 15 años y 400 en adolescentes, sumando un total de 1.500 casos anuales", ha añadido el doctor, explicando que la tasa de supervivencia en cáncer infantil "ha mejorado significativamente en las últimas décadas", situándose actualmente por encima del 80 por ciento en España, y que sigue aumentando por los mejores protocolos de tratamiento y a una mejoría en la accesibilidad a los tratamientos biodirigidos.

UN TRABAJO MULTIDISCIPLINAR Y LA IMPORTANCIA DEL ACE

El doctor Ramos ha recordado que un neuropediatra especializado en Oncología infantil trabaja junto con oncólogos, rehabilitadores, psicólogos, neuropsicólogos, psiquiatras, oftalmólogos, endocrinólogos y con otros especialistas, todo ello para garantizar una mejor calidad de vida a largo plazo en los niños supervivientes de cáncer.

Es por ello por lo que ha resaltado que la obtención del área de capacitación específica (ACE) en Neuropediatría, aún pendiente de reconocimiento, "garantizaría que el especialista tenga un conocimiento profundo y actualizado" sobre el impacto del cáncer en el sistema nervioso central y el abordaje de sus secuelas.

"El ACE en Neuropediatría mejoraría la detección precoz, optimizaría la toma de decisiones terapéuticas, y permitiría un mejor abordaje de las secuelas neurológicas, asegurando una mejor calidad de vida para los niños supervivientes de cáncer. Además, es un reconocimiento clave para garantizar que los neuropediatras tengan una formación avanzada en el diagnóstico y en el manejo de las enfermedades neurológicas complejas, incluidas las patologías oncológicas del sistema nervioso central (SNC)", ha concluido.

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