MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una mejor focalización en el distrito y el vecindario podría hacer que los esfuerzos contra el cólera sean mucho más efectivos y reducir dramáticamente la carga de esta enfermedad, según dos nuevos estudios dirigidos por científicos de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
Uno de los equipos de científicos desarrolló un mapa de alta resolución de casos de cólera en la mayor parte de África en un estudio que se publica en la edición digital de este jueves de 'The Lancet'. Estos mapas muestran que mientras el cólera se considera endémico en muchos países africanos, la mayoría de la enfermedad se concentra en relativamente pocas áreas. Centrar los esfuerzos contra el cólera en estos puntos críticos podría reducir la carga anual de la enfermedad en la región en un 50 por ciento al dirigirse a menos del 5 por ciento de los distritos del África subsahariana, estiman los autores.
En un estudio relacionado publicado el 27 de febrero en 'PLoS Medicine', un equipo dirigido por investigadores de la Escuela Bloomberg modeló la rápida orientación de las medidas contra el cólera, incluida la vacunación, a las áreas que rodean las viviendas de las víctimas del cólera. Estos expertos demuestran que ésta puede ser una estrategia eficiente para limitar los brotes, como una alternativa o un complemento a las intervenciones a mayor escala.
Se estima que la carga global real del cólera llega a los 4 millones de casos y 143.000 muertes al año. Hay 150.000 infecciones y miles de muertes cada año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Gran parte de esta carga recae en el África subsahariana, donde los frecuentes brotes de cólera son una fuente importante de trastornos sociales y económicos.
Los recursos para combatir el cólera, incluidas las vacunas orales contra el cólera (OCV, por sus siglas en inglés) y los fondos para construir infraestructuras de agua y saneamiento, son limitados en comparación con la población potencialmente en riesgo, incluidos aproximadamente mil millones de personas en el África subsahariana.
"Para eliminar el cólera como un problema de salud pública, debemos dirigir las medidas de control de manera eficiente a las personas con mayor riesgo", afirma el coautor principal del artículo publicado en 'The Lancet' Justin Lessler, profesor asociado en el Departamento de Epidemiología de la Escuela Bloomberg.
Para el estudio, Lessler y sus colegas reunieron 279 conjuntos de datos separados que muestran las ubicaciones de los casos de cólera en África subsahariana en 37 países de 2010 a 2016. Los conjuntos de datos procedieron principalmente de registros de la OMS, Médicos sin Fronteras, ministerios africanos de salud y otros estudios epidemiológicos de científicos. Los conjuntos de datos en dos países de la región, Eritrea y Djibouti, no estaban lo suficientemente completos como para incluirlos.
EL CÓLERA SE CONCENTRA EN PEQUEÑAS PROPORCIONES DE LA POBLACIÓN
El equipo trazó un mapa de los casos de cólera informados en la región, que reveló un promedio de 141.918 por año, en rejillas con celdas de 20 kilómetros cuadrados. Definieron las celdas de "alta incidencia" como aquellas que promediaron más de un caso de cólera por cada 1.000 residentes durante el periodo de estudio.
Según los investigadores, estos puntos calientes representaban la mayoría de los casos de cólera en el África subsahariana; sin embargo, suponen solo una pequeña proporción, aproximadamente el 2 por ciento de la población de la región. Los científicos determinaron que dirigir los esfuerzos de control del cólera a solo los peores puntos reducirá la carga de cólera de la región a la mitad.
"En principio, podríamos hacerlo apuntando solo a 12 millones de personas, o solo al 1,2 por ciento de la población total del estudio, aunque dirigir las intervenciones a nivel de celda de la rejilla probablemente no sea un enfoque práctico", reconoce el investigador Lessler.
Dirigir las intervenciones a unidades políticas reales, como subprovincias o distritos en lugar de celdas de cuadrícula en un mapa, sería un enfoque más realista. Aunque sería menos preciso, aún requeriría la aplicación de medidas de control del cólera a solo una pequeña fracción de la población estudiada, alrededor del 3,6 por ciento, hallaron los investigadores, quienes planean ahora extender sus esfuerzos de mapeo de cólera a gran escala más allá de África. "Nos gustaría desarrollar un mapa global integrado de casos de cólera y riesgo de cólera, actualizado en tiempo casi real", dice.
Para el estudio de 'PLoS Medicine', un equipo codirigido por Andrew Azman, investigador asociado en el Departamento de Epidemiología de la Escuela Bloomberg, empleó datos detallados de una epidemia de cólera de 2011 en Chad para elaborar un modelo computacional que pudiera simular epidemias realistas. El equipo, trabajando con colegas de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, basó estas simulaciones en datos "precisos" que mostraban la ubicación de las casas de las víctimas y el momento de la infección, permitiendo a los investigadores ver cómo se propagaba de casa en casa y día a día.
Luego, usaron esto para modelar una estrategia de "intervención específica en el área de casos" en la que las medidas de control del cólera se centran en las personas que viven cerca de las víctimas. "Esta estrategia se ha aplicado en algunos brotes recientes, pero no se han realizado suficientes estudios para determinar si es efectiva y cómo optimizarla", dice Azman.
Los científicos modelaron el uso de OCV, antibióticos y tratamiento de agua en el punto de uso (POUWT, por sus siglas en inglés) contra brotes simulados y descubrieron que incluso suponiendo retrasos logísticos realistas, la aplicación temprana de estas intervenciones combinadas a las personas que viven cerca de las víctimas del cólera debería ser altamente efectiva.
El uso de OCV parecía ser con mucho la intervención más efectiva. En las simulaciones, redujo la duración de los brotes en un promedio del 68 por ciento y el número de casos en un 81 por ciento cuando se aplica dentro de su rango óptimo: un área de 100 metros de radio centrada en cada hogar de casos de cólera. Agregar POUWT y antibióticos mejoró ese resultado solo ligeramente.
El modelo también mostró que cuando se aplica en este caso, OCV puede ser más de 40 veces más eficiente para evitar los casos de cólera que las campañas tradicionales de vacunación masiva. "Nuestros hallazgos sugieren que las intervenciones dirigidas al área de casos son mucho más eficientes en el uso de los recursos y podrían desempeñar un papel importante en la reducción de la duración de los brotes", dice Azman.