MADRID, 9 Feb. (INFOSALUS) -
Aunque el diagnóstico de una muerte inminente es siempre triste, puede ser importante para los pacientes, las familias y los médicos a la hora de tomar decisiones relacionadas con el alta hospitalaria o los tratamientos. Desafortunadamente, muy pocos estudios han examinado los signos de muerte inminente, por lo que es difícil para los profesionales de la salud hacer un diagnóstico con confianza y comunicárselo a la familia.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la edición digital de 'Cancer', una revista revisada por pares de la Sociedad Americana del Cáncer, ha revelado ocho signos físicos muy específicos asociados con la muerte dentro de tres días en los pacientes con cáncer.
Cuando un paciente entra en los últimos días de vida, tiene sentido dejar de hacer análisis de sangre todos los días y administrar medicamentos potencialmente inútiles y centrarse en los cuidados paliativos.
Saber si el paciente va a morir inminentemente también puede resultar relevante para que los cuidadores familiares tomen muchas decisiones personales, como si el paciente quiere pasar la noche en el hospital o si un hijo aún tiene tiempo para viajar a ver a su padre.
Para hacer frente a esto, David Hui, del Centro Oncológico MD Anderson, en Houston, Texas, Estados Unidos, y sus colegas registraron los cambios físicos en los últimos días de vida en 357 pacientes con cáncer que fueron admitidos en unidades de agudos de cuidados paliativos en dos centros de cáncer: Centro Oncológico MD Anderson y el Hospital de Cáncer Barretos en Brasil. Los autores documentaron sistemáticamente 52 signos físicos cada 12 horas entre el ingreso y la muerte o el alta.
Durante el estudio, 57 por ciento de los pacientes murió. Los científicos identificaron ocho signos físicos que, si están presentes, sugieren fuertemente que un paciente va a morir dentro de tres días.
Los signos incluyen pupilas no reactivas, disminución de la respuesta a los estímulos verbales, disminución de la respuesta a los estímulos visuales, incapacidad para cerrar los párpados, caída del pliegue nasolabial (que hace que la cara parezca más relajada), la hiperextensión del cuello (en la que la cabeza se inclina de nuevo cuando el paciente está acostado), gruñidos de las cuerdas vocales y hemorragia digestiva alta. Estos signos pueden ayudar a los médicos y enfermeras a hacer el diagnóstico de la muerte inminente.
RECONOCERLA MEJORA LA ATENCIÓN
Este estudio muestra que "simples observaciones nos pueden potencialmente ayudar a reconocer si un paciente ha entrado en los últimos días de la vida", afirma Hui. "Tras una posterior confirmación de la utilidad de estos signos reveladores, vamos a poder ayudar a médicos, enfermeras y familias a reconocer mejor el proceso de la muerte y, a su vez, ofrecer una mejor atención a los pacientes en los últimos días de vida", añade.
Con base en los resultados del estudio, el doctor Hui y su equipo ahora están creando algunos materiales educativos para ayudar a los profesionales sanitarios y las familias a reconocer cuándo un paciente ha llegado a los últimos días de su vida y están desarrollando una herramienta de diagnóstico de la muerte inminente centrándose en estos signos físicos para respaldar la toma de decisiones clínicas.
Aunque los hallazgos son relevantes para los médicos que atienden a pacientes de cáncer mueren, no está claro si también se traducen fuera de los centros de cáncer. Por lo tanto, los investigadores están en el proceso de validación de sus resultados en otros ámbitos de la salud, tales como el hogar y centros para pacientes hospitalizados.