MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los médicos necesitan urgentemente una mejor orientación internacional sobre el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los mayores de 50 años, según concluyen los principales expertos mundiales que revisan la investigación actual sobre este problema creciente en todo el mundo.
Las conclusiones del equipo, publicadas en la revista 'Expert Review of Neurotherapeutics', ponen de manifiesto una laguna "asombrosa" en los conocimientos sobre las personas mayores, ya que las directrices existentes se centran en los niños y los adultos jóvenes.
"Nuestro análisis concluye que se necesitan urgentemente mejores enfoques para examinar y diagnosticar a las personas de entre 50 y 55 años --afirma la autora principal, la doctora Maja Dobrosavljevic, de la Universidad de Orebro (Suecia)--. A medida que vayamos conociendo mejor los retos a los que se enfrentan las personas mayores que padecen TDAH, será crucial para su bienestar adoptar un enfoque integral y adaptado".
"Por lo tanto, instamos a la comunidad médica, a los investigadores y a los responsables políticos a colaborar en el perfeccionamiento de los criterios de diagnóstico, las directrices de tratamiento y las iniciativas de investigación que incluyan a todos los grupos de edad afectados por el TDAH", añade.
El TDAH, que se calcula que afecta a alrededor del 2,5% de los adultos, es hereditario. Los síntomas son impulsividad, hiperactividad y falta de concentración, atención y organización.
Este trastorno del neurodesarrollo puede persistir a lo largo de la vida y repercutir negativamente en la educación, las perspectivas laborales y la interacción social. Los estimulantes, como el metilfenidato, son los fármacos más utilizados para tratar el TDAH.
El equipo de autores está formado por Samuele Cortese, Presidente del Grupo Europeo de Directrices sobre el TDAH y Catedrático de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Universidad de Southampton, y Henrik Larsson, Catedrático de Epidemiología Psiquiátrica de la Universidad de Orebro.
Revisaron casi 100 estudios, de los cuales 44 eran trabajos sobre la prevalencia, los resultados sanitarios, el diagnóstico y la eficacia/seguridad del tratamiento, así como directrices clínicas/declaraciones de consenso que ofrecían recomendaciones sobre el diagnóstico clínico y el tratamiento del TDAH en adultos mayores.
A continuación, el equipo evaluó los criterios diagnósticos actuales según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud. También se evaluaron otros aspectos, como la utilidad de los criterios actuales para diagnosticar a los adultos mayores.
"Nuestros resultados muestran que ningún estudio ha observado a personas durante un largo periodo de tiempo hasta una edad avanzada. En su lugar, la investigación se ha centrado en la evaluación retrospectiva de los síntomas de la infancia, y esto puede ser poco fiable debido a los problemas de memoria relacionados con la edad", afirma el profesor Larsson, cuya experiencia radica en cómo los genes y el entorno influyen en los problemas de salud mental a lo largo de la vida.
"Esencialmente, esto significa que se necesitan más ensayos sobre la seguridad y eficacia de la medicación actual para el TDAH, incluidas las dosis máximas recomendadas, utilizadas para tratar a este grupo de edad, que tiene un mayor riesgo de padecer otras afecciones, como problemas cardíacos", apostilla.
Y sugiere que "los médicos deberían evaluar la salud física de una persona mayor con TDAH antes de prescribirle un tratamiento farmacológico. Los criterios diagnósticos se han desplazado hacia una "inclusión más amplia" de adultos que antes no hubieran sido diagnosticados. Sin embargo --advierte--, sigue sin tenerse en cuenta cómo se presenta el TDAH en los adultos mayores".
Apunta que "otro problema es que las herramientas de detección validadas para el TDAH en adultos mayores no son lo suficientemente específicas como para reconocer la afección en los mayores de 50 años. Sólo se detectaría en los casos más graves", afirma.
El análisis del equipo también añade más peso a las conclusiones de que el TDAH está relacionado con problemas de salud mental, mayores tasas de mortalidad y enfermedades como las cardiovasculares y la demencia. Sin embargo, el diagnóstico sigue siendo un problema para este grupo de edad.
La investigación concluye que uno de los principales retos para los médicos es que algunas afecciones médicas entre los adultos mayores tienen presentaciones clínicas similares a las del TDAH, como el deterioro de la memoria relacionado con la menopausia.
Sobre esta base, los investigadores recomiendan a los médicos que tengan en cuenta pistas distintivas para distinguir el TDAH del deterioro cognitivo leve (DCL) relacionado con la edad. Las personas con TDAH suelen presentar síntomas en la infancia, mientras que el DCL tiene un inicio más abrupto, señalan.
Los autores admiten que se espera que las futuras ediciones del DSM y la CIE aborden las actuales lagunas en la definición del TDAH en adultos mayores, y que se dispondrá de más datos y sugieren que la clasificación para adultos mayores debería incluir diagnósticos que diferencien entre el TDAH y afecciones con síntomas similares.
