MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1.100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales, como escuchar música a gran volumen o la exposición a niveles de ruido perjudiciales en lugares de ocio ruidosos como discotecas y eventos deportivos.
Según se desprende de un informe publicado con motivo de la celebración este martes del Día Internacional de la Atención Otológica 2015, al menos 43 millones de personas de entre 12 y 35 años padecen una pérdida auditiva discapacitante debida a diferentes causas.
La preocupación por el aumento de la exposición a sonidos fuertes en lugares de ocio como clubes nocturnos, discotecas, pubs, bares, cines, conciertos, eventos deportivos e incluso gimnasios es cada vez mayor. El acceso a la tecnología, concretamente a algunos dispositivos, como los reproductores de música, aumentan en peligro ya que suelen escucharse a volúmenes perjudiciales y durante largos periodos de tiempo.
"Todo ello supone con frecuencia un grave riesgo de pérdida auditiva irreversible", señala la organización, que observa que los principales problemas se dan entre los adolescentes y jóvenes de entre 12 y 35 años de países de ingresos medianos y altos.
Según sus datos, casi el 50 por ciento están expuestos a niveles de ruido perjudiciales a consecuencia del uso de dispositivos de audio personales como reproductores de MP3 y teléfonos inteligentes; y alrededor del 40 por ciento están expuestos a niveles de ruido potencialmente nocivos en clubes, discotecas y bares.
El lema de la campaña de este año es 'Escuchar sin riesgos', y recuerda la importancia de una audición responsable y segura, ya que "si pierdes la audición, no la recuperarás", advierte la OMS.
CINCO CONSEJOS PARA EVITAR RIESGOS AUDITIVOS
El informe de la organización internacional viene acompañado de cinco consejos para lograr que la audición esté exenta de riesgos. Así, la primera recomendación es mantener el volumen bajo, para ello aconseja respetar los niveles seguros de exposición al ruido, utilizar tapones para los oídos y cascos o auriculares que se ajusten bien y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno.
Limitar el tiempo que dedica a actividades ruidosas ya que la duración de la exposición al ruido es uno de los principales factores que contribuyen al nivel total de energía acústica. Para conseguirlo recomienda hacer breves descansos auditivos; alejarse de los ruidos fuertes y limitar el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales.
En tercer lugar, recomienda vigilar los niveles seguros de exposición al ruido utilizando la tecnología de los teléfonos inteligentes para medir los niveles de exposición al ruido y conocer el riego de pérdida de audición provocada por el ruido dimanante de su aparato de audio personal.
En cuarto, hay que prestar atención a las señales de advertencia de pérdida de audición; y, en caso de acúfenos o dificultad para oír sonidos agudos, recomienda ir a un profesional especializado en salud auditiva.
Finalmente, recuerda que hay que hacerse revisiones auditivas periódicas, y, para ello, recomienda aprovechar los servicios de revisión periódica de la audición que se prestan en colegios, lugares de trabajo y comunidades, pues ello puede ayudar a detectar la aparición de la pérdida de audición en una etapa inicial.