MADRID 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que este año el Día Mundial de la Salud que se celebra el 7 de abril se centrará en la concienciación y el abordaje de la depresión, para que un número cada vez mayor de personas con este trastorno mental pida y obtenga ayuda. Todo ello bajo el lema 'Hablemos de la depresión'.
Este organismo de Naciones Unidas conmemora ese día el aniversario de su fundación y siempre aprovecha para poner en marcha una campaña en torno a un tema de salud específico que preocupe a las personas de todo el mundo.
Este año se han centrado en la depresión por ser un problema que afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países, que provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida, llevando incluso al suicidio.
No obstante, recuerda la OMS, la depresión se puede prevenir y tratar y una mejor comprensión del problema y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la estigmatización asociada a la enfermedad y conllevará un aumento del número de personas que piden ayuda.
El objetivo de su campaña es que el público en general esté mejor informado sobre la depresión, sus causas y sus posibles consecuencias, incluido el suicidio, y sobre la ayuda de que se dispone para la prevención y el tratamiento de la enfermedad.
Asimismo, buscan conseguir que las personas con depresión sin tratar pidan ayuda; y que los familiares, los amigos y los colegas de las personas con depresión puedan apoyarlas.
El eje de la campaña es la importancia de hablar de la depresión como componente vital de la curación. "La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo pidan ayuda", reconoce este organismo.
Por ello, insisten en que hablar de la depresión, bien con un familiar, amigo o profesional médico, bien en contextos más amplios (como la escuela, el lugar de trabajo y los entornos sociales) o en el ámbito público (medios de comunicación, blogs o redes sociales), ayuda a eliminar esta estigmatización, lo que en definitiva conllevará un aumento de las personas que piden ayuda.