MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el asma es un problema de salud pública que afecta a todos los países, con 235 millones de casos, y por ello pide mejorar el acceso al tratamiento y reducir la exposición a factores de riesgo como el humo del tabaco o la contaminación durante la infancia, ya que es la enfermedad no transmisible más frecuente en niños.
Esta enfermedad respiratoria se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias y, aunque tiene una baja tasa de letalidad en comparación con otras enfermedades crónicas, este organismo de Naciones Unidas estima que en 2015 hubo 383.000 muertes, la mayoría en países de ingresos medios y bajos.
El problema, según advierte la OMS, es que "se diagnostica y trata menos de lo que debiera", lo que conlleva una carga considerable para los afectados y sus familias, y a menudo limita de por vida las actividades del paciente.
Las causas fundamentales del asma no están completamente dilucidadas, pero los principales factores de riesgo son la combinación de una predisposición genética con la exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias, tales como los alérgenos, el humo del tabaco, irritantes químicos o la contaminación atmosférica.
La urbanización también se ha asociado a un aumento del asma, pero la naturaleza exacta de esta relación no está clara, según señala la OMS.
Aunque no se puede curar, el asma se puede controlar con un tratamiento adecuado, gracias al cual los pacientes pueden disfrutar de una buena calidad de vida. Para aliviar los síntomas se utilizan medicamentos a corto plazo, y para el control de la progresión del asma grave y la reducción de sus reagudizaciones y las muertes requiere la administración de medicamentos, tales como los corticosteroides inhalados.
Los pacientes con síntomas persistentes deben tomar diariamente medicamentos a largo plazo para controlar la inflamación subyacente y prevenir los síntomas y las exacerbaciones. Pero "el acceso insuficiente a los medicamentos y a los servicios de salud es una de las razones importantes del deficiente control del asma en numerosos lugares", señala este organismo.