MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las sociedades científicas de Oncología Radioterápica (SEOR), Oncología Médica (SEOM), Cardiología (SEC) y Hematología y Hemoterapia (SEHH) se han comprometido a impulsar la creación de equipos formados por especialistas de las cuatro disciplinas médicas para mejorar la salud cardiovascular de los pacientes oncológicos.
El documento, titulado 'Cardio-Onco-Hematología en la práctica clínica', tiene como fin la actualización de los conocimientos aplicables a la práctica clínica diaria de la cardio-onco-hematología y la promoción del desarrollo de equipos locales multidisciplinares que mejoren la salud cardiovascular de los pacientes con cáncer.
El interés que tiene este documento es que es el primero de consenso sobre cardio-onco-hematología que firman de forma conjunta todas las sociedades científicas implicadas en el manejo de pacientes con cáncer, a diferencia de otros documentos avalados sólo por alguna sociedad", ha explicado la doctora y representante de la SEC, Teresa López.
A su entender, en el manejo de las complicaciones cardiovasculares de los pacientes oncológicos faltan evidencias científicas. "Probablemente va a ser difícil tenerlas dentro de grandes ensayos clínicos, y por ello es importante promover la creación de grupos multidisciplinares, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos pacientes", ha añadido.
Concretamente, los expertos que han participado en la elaboración de este primer documento de consenso precisan que los equipos de cardio-onco-hematología han de reunir a los profesionales implicados en la atención de pacientes con cáncer, con el objetivo de facilitar su tratamiento oncológico adecuado y minimizar la toxicidad cardiovascular.
Tomando como punto de partida el abordaje y la prevención de las complicaciones cardiovasculares, consideradas la principal causa de mortalidad en pacientes supervivientes de cáncer, las sociedades científicas han comentado que estos equipos son herramientas de control de calidad en el cuidado de la salud y deben coordinar la investigación y la educación médica continuadas en su campo.
Y es que, a su juicio, el desarrollo de protocolos locales de prevención, diagnóstico y tratamiento precoz de la cardiotoxicidad, reduce las suspensiones precoces del tratamiento antitumoral, optimiza los resultados en salud y reduce costes.
De hecho, una de las evidencias que recoge el documento es precisamente que los avances en la detección precoz y el tratamiento del cáncer han reducido de forma "significativa" la mortalidad de los pacientes". Sin embargo, mejorar el pronóstico no es sólo curar el tumor, sino prevenir, diagnosticar y tratar eficazmente las complicaciones derivadas de las terapias onco-hematológicas.
LOS TRATAMIENTOS ONCO-HEMATOLÓGICOS TRIPLICAN EL RIESGO CARDIOVASCULAR
Ante ello, los especialistas firmantes han destacado la necesidad de aumentar el conocimiento y la investigación en este campo, ya que los tratamientos onco-hematológicos triplican el riesgo de eventos cardiovasculares a medio y largo plazo.
Dentro de las complicaciones cardiovasculares derivadas de los tratamientos onco-hematológicos, la disfunción ventricular secundaria a cardiotóxicos es una de la que genera más controversia en su definición y manejo y, si no se realiza un despistaje activo, puede pasar desapercibida durante años y se termina diagnosticando en una fase irreversible de la enfermedad.
El documento también se ocupa de los mecanismos de prevención, entre otras cosas porque los expertos concluyen que cáncer y corazón comparten múltiples factores de riesgo. Así, entre las estrategias a seguir para la prevención, apunta la reducción del efecto cardiotóxico directo, la promoción de un estilo de vida cardiosaludable y el uso de cardioprotectores en prevención primaria, entre otras.
Estos equipos pioneros, según matiza el texto, se ocuparán del manejo clínico de las complicaciones cardiovasculares de los tratamientos antitumorales. Cita así a los casos de insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, arritmias, cardiopatía isquémica, miocarditis y periocarditis, valvulopatías, enfermedad venosa tromboembólica, hipertensión pulmonar y enfermedad vascular periférica.
En este sentido, el presidente de SEOR, Pedro Lara, ha valorado el documento como un "paso adelante", dado que son sociedades científicas que tratan con las dos patologías más importantes en los países desarrollados, que son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Asimismo, sobre el papel de la Oncología Radioterápica, ha hecho especial hincapié en la "elevada precisión del tratamiento, que lo convierte en un elemento más cardiosaludable".
Del mismo modo, para los doctores Ana Santaballa y Juan Antonio Virizuela, miembros de la Junta Directiva de SEOM, el documento incide en la importancia del riesgo de eventos cardiovasculares a medio y largo plazo en pacientes con cáncer que han recibido tratamiento, así como en la necesidad de una colaboración multidisciplinar a través de la creación de equipos de cardio-onco-hematología en los centros españoles.
"La firma de este consenso supone un gran avance en el cuidado de los pacientes con cáncer. El valor de la guía práctica elaborada es la optimización del diagnóstico y tratamiento de las complicaciones cardiovasculares y trombóticas en estos pacientes, acercándonos a un cuidado integral real. Este documento "permitirá desarrollar objetivos comunes que mejoren la atención de unas complicaciones que hoy en día representan una de las principales causas de mortalidad de los pacientes con enfermedades neoplásicas", han zanjado Pascual Marco y Ramón García Sanz, vicepresidentes de la SEHH.