Los países que tomaron medidas de prevención antes de la pandemia tuvieron menos muertes

Archivo - Varias personas en una terraza, el día en que entran en vigor nuevas medidas en la hostelería, en Vigo, Pontevedra, Galicia, (España). La Xunta ha decretado desde este viernes a las 00.00 el paso de la ciudad de Vigo a nivel medio debido a la
Archivo - Varias personas en una terraza, el día en que entran en vigor nuevas medidas en la hostelería, en Vigo, Pontevedra, Galicia, (España). La Xunta ha decretado desde este viernes a las 00.00 el paso de la ciudad de Vigo a nivel medio debido a la - Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 11 julio 2023 7:05

MADRID 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

La gran mayoría de los países que entraron en la pandemia de COVID-19 con una gran capacidad para prevenir, detectar y responder a las amenazas de la enfermedad lograron tasas de mortalidad pandémica más bajas que las naciones menos preparadas, según un nuevo e importante estudio publicado en la revisa 'BMJ Global Health'.

El análisis ha sido dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Brown (Estados Unidos), la Fundación Bill y Melinda Gates y la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear (NTI).

El estudio concluyó que, al tener en cuenta dos diferencias clave entre países --la edad de sus poblaciones y su capacidad para diagnosticar los casos y muertes por COVID-19--, la pandemia era claramente menos mortífera en los países mejor clasificados en el Índice de Seguridad Sanitaria Mundial, que mide la capacidad de preparación frente a pandemias de 195 países.

Los investigadores trataron de entender cómo actuaron los distintos países durante la pandemia de COVID-19 y cómo se relaciona esto con su capacidad de preparación ante una pandemia medida por el Índice SGS.

Para responder a esta pregunta, evaluaron la actuación de los países ante la pandemia examinando los "índices comparativos de mortalidad", lo que implicaba ajustar el "exceso de muertes" de los países para tener en cuenta las diferencias en la edad de la población de cada país.

El exceso de muertes se calcula comparando el número de muertes ocurridas durante la pandemia con las tendencias de mortalidad anteriores a la pandemia. Cuando los investigadores adoptaron este enfoque, encontraron una correlación significativa entre los niveles más altos de capacidad de preparación para una pandemia y un menor exceso de mortalidad COVID-19.

En general, estos resultados corrigen observaciones anteriores según las cuales los países que obtuvieron puntuaciones altas en preparación, incluso en el Índice GHS, paradójicamente experimentaron los peores resultados generales de COVID y las tasas más altas de mortalidad por COVID-19.

"Nuestro análisis confirma lo que cabría esperar, es decir, que prepararse para las pandemias antes de que ocurran significa que podemos salvar más vidas durante una emergencia sanitaria mundial", afirma la doctora Jennifer Nuzzo, Directora del Centro de Pandemias de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Brown y autora principal del estudio.

"Los países que tomaron medidas significativas antes de la pandemia para invertir en capacidad de prevención, detección y respuesta a este tipo de eventos fueron mucho más eficaces en la protección de la salud de sus poblaciones y tuvieron resultados mucho mejores en general", añade.

El estudio es el primer análisis exhaustivo de la "tasa de mortalidad comparativa" que tiene en cuenta un factor clave que puede distorsionar las tasas de mortalidad nacionales: la demografía de la población en función de la edad.

Tener en cuenta la edad es importante a la hora de medir los resultados de la respuesta a una pandemia, porque los países con poblaciones de más edad suelen tener tasas de mortalidad de referencia más elevadas.

El uso de la "tasa de mortalidad comparativa" también tiene en cuenta el hecho de que algunos países con sistemas deficientes de detección y notificación de la enfermedad tienden a notificar menos casos y muertes por COVID, lo que puede distorsionar los datos y hacer que parezca que los países mejor preparados lo hicieron peor que aquellos con menos capacidades.

Los autores señalan que el hecho de no tener en cuenta la edad y las capacidades de notificación ha llevado a algunos a la conclusión errónea de que una fuerte capacidad de preparación ante una pandemia ha tenido escasa repercusión en los resultados de la COVID.

"Es crucial conocer bien los detalles al analizar la relación entre la capacidad de preparación ante una pandemia y los resultados -asegura el doctor Jaime M. Yassif, Vicepresidente de Política y Programas Biológicos Mundiales del NTI--. A medida que los países evalúan sus resultados de COVID-19, ahora podemos señalar pruebas claras del inmenso valor de crear una capacidad esencial de preparación frente a pandemias y de las consecuencias mortales de no hacerlo".

Aunque la mayoría de los países altamente preparados parecen haber utilizado bien sus capacidades, Estados Unidos se reveló como un caso atípico clave. A pesar de ocupar el puesto más alto en el Índice, 62 países tuvieron tasas de mortalidad comparativas inferiores a las de Estados Unidos, lo que ilustra que la forma en que un país utiliza las herramientas y los recursos de que dispone también influye en sus resultados generales.

El estudio destaca un factor que podría ayudar a explicar la actuación de Estados Unidos. Entró en la pandemia con una puntuación relativamente baja en lo que el Índice SAM denomina el "entorno de riesgo", que incluye medidas de la capacidad de un país para desarrollar y aplicar políticas que pueden afectar a su capacidad para organizar una respuesta oportuna y eficaz.

El estudio explica que en Estados Unidos estas deficiencias se manifestaron en una respuesta desorganizada al COVID-19 que probablemente se vio obstaculizada por diferentes medidas de control en distintos estados, normas que ralentizaron la distribución de equipos de análisis y mensajes incoherentes que pueden haber socavado el cumplimiento de medidas de control de la pandemia como el distanciamiento social y la vacunación.

Por otra parte, el estudio descubrió que los países con mejores resultados en la categoría de entorno de riesgo del Índice SGA --incluidos Islandia, Australia y Nueva Zelanda-- también registraron algunas de las tasas de mortalidad más bajas durante la pandemia.

"Este estudio ofrece pruebas convincentes de que la falta de preparación provocó trágicamente una mayor pérdida de vidas durante la pandemia de COVID-19, y estas vulnerabilidades seguirán poniendo en peligro a las poblaciones cuando surjan inevitablemente nuevas amenazas de enfermedades infecciosas en el futuro", advierte el doctor Oyewale Tomori, virólogo y expresidente de la Academia Nigeriana de Ciencias que participa estrechamente en varias iniciativas mundiales para mejorar la respuesta a las pandemias.

"Estas pruebas, obtenidas a partir del Índice GHS, ponen de relieve la importancia de conseguir que todos los países, especialmente los de renta baja, dispongan de información completa y debidamente analizada para impulsar una respuesta eficiente y eficaz ante una pandemia. Esto subraya el valor de las evaluaciones continuas del Índice SAM", advierte.