Actualizado: miércoles, 22 febrero 2017 13:36


MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Barrio del Pilar, el doctor Carlos Casanova, ha asegurado que "el papel de la Atención Primaria en la prevención del ictus cardioembólico es fundamental, pues es el ámbito donde se debe instaurar y hacer el seguimiento del tratamiento antitrombótico de la mayor parte de los pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV)", declaraciones que ha realizado durante la celebración del curso 'Papel del médico de Atención Primaria en la prevención del ictus en el paciente con fibrilación auricular no valvular' que se ha celebrado recientemente en Madrid.

El objetivo de esta jornada, organizada por Bristol Myers Squibb y Pfizer, se ha basado en tratar el correcto abordaje de los pacientes con fibrilación auricular (FA), pues, según datos de la Sociedad Española de Cardiología, es una patología que afecta al 4,4 por ciento de la población española mayor de 40 años.

La especialista de la unidad de coagulación del Hospital Lozano Blesa, la doctora Olga Gavín, ha sido una de las participantes en este curso, y ha señalado que "es imprescindible la coordinación entre Atención Primaria y especializada con el objetivo de poder ofrecer un correcto tratamiento anticoagulante a los pacientes", añadiendo que "la creación de unidades de tratamiento antitrombótico (UTA) contribuye decididamente a establecer un flujo ordenado de pacientes".

En esta línea, durante la jornada se ha recordado que España se encuentra "a la cola de Europa en el acceso a los tratamientos más innovadores, como a los anticoagulantes orales directos (ACODs), a pesar de los numerosos estudios que han demostrado la superioridad de éstos frente a los tradicionales dicumarínicos", según han subrayado desde las compañías organizadoras en un comunicado.

Además, añaden que en este curso se han mostrado datos de dos estudios: 'Controlstroke' y 'ESCONDIDA', demostrando, respectivamente, que la mayoría de los pacientes (56 por ciento) que sufren un ictus cardioembólico están insuficientemente tratados, ya sea por no tener tratamiento adecuado o por no lograr un buen control de la anticoagulación; y que uno de cada cinco pacientes diagnosticados con FANV y riesgo embólico asociado que debería recibir tratamiento, no lo está haciendo.

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