Pediatras urgen que la vacuna de la meningitis B se incluya en el calendario vacunal

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Actualizado: miércoles, 10 septiembre 2014 17:10

MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Asociación Española de Pediatría (AEP) defiende que la primera vacuna frente al meningococo B recién aprobada en España sea incluida en el calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud (SNS) para proteger a todos los lactantes o, al menos, que pueda venderse en las oficinas de farmacia para que los padres que quieran puedan vacunar a sus hijos.

   "Estamos ante el peor escenario posible", según ha defendido la pediatra Teresa Hernández-Sampelayo, del Comité Asesor de Vacunas de esta sociedad científica, que ha criticado la decisión del Ministerio de Sanidad de restringir la administración de esta vacuna a uso hospitalario y en grupos de riesgo "muy reducidos", cuando se trata de una enfermedad que afecta a niños sanos y es "grave, mortal y deja secuelas".

   Actualmente, la enfermedad meningocócica causada por el serogrupo B de esta bacteria es la más prevalente en España y representa el 70 por ciento de los casos de meningitis que se producen cada año, entre 450 y 600, generalmente en niños y adolescentes. Por el momento no había ninguna vacuna en el mercado, lo que hace que uno de cada diez afectados acaba falleciendo y entre el 20 y 30 por ciento sufra algún tipo de secuela.

   La vacuna, que la farmacéutica Novartis comercializa con el nombre de 'Bexsero', fue aprobada por la Unión Europea en enero de 2013 tras haber superado más de una decena de ensayos clínicos y probar su eficacia y seguridad, y el pasado mes de agosto el Ministerio autorizó su uso en España.

   Sin embargo, el departamento de Ana Mato ha acotado su administración al uso hospitalario para aquellos niños con déficit de complemento, asplenia o disfunción esplénica grave y personal de laboratorio que manipule muestras que puedan contener meningococos. También se contempla su uso en caso de brotes.

   Para los pediatras, la vacunación únicamente en estos casos es "insuficiente", ha insistido Hernández-Sampelayo, que pide a Sanidad que "reconsidere" su decisión ya que en la mayoría de países europeos puede comercializarse libremente y en Reino Unido se ha acordado su inclusión en el calendario vacunal.

   "Pensamos que esta vacuna es candidata a ser incluida en el calendario vacunal por la protección que ofrece y, por lo menos, debería estar disponible en las oficinas de farmacia para que el pediatra pueda recomendarla y los padres tengan la posibilidad de proteger a sus hijos", ha defendido esta experta.

   El también pediatra Federico Martinón, del Complejo Hospitalario de Santiago y participante en el desarrollo clínico de la vacuna, ha defendido además que hasta el momento se han distribuido medio millón de dosis por todo el mundo y se han vacunado a cerca de 100.000 personas "sin incidencias no esperables".

NO SE PUEDE PREDECIR EL RIESGO DE SUFRIR LA ENFERMEDAD

   Asimismo, ha argumentado que su uso debería ser sistemático en todos los bebés sanos de dos meses ya que "actualmente no se puede predecir a qué niños puede afectar". De hecho, asegura que los casos de riesgo seleccionados por Sanidad apenas representan al 5 por ciento de todos los afectados, que en la mayoría de casos son niños sanos.

   Ambos expertos lamentan que la decisión del Ministerio pueda estar basada en motivos económicos --la vacuna tiene actualmente un precio de 74 euros por dosis, y se requieren entre dos y cuatro en función de la edad-- y creen que a la hora de tomar estas decisiones deben tenerse en cuenta todos los beneficios que puede ofrecer la vacunación, también a largo plazo. De hecho, recuerdan que el tratamiento de por vida de un paciente con secuelas puede rondar los 1,2 millones de euros.

   Además, la compañía, según ha reconocido la directora de Novartis Vaccines, Mercedes Echauri, ha aclarado que el precio actual es el que se ha fijado para su venta a los hospitales por lo que, de cambiar su estatus, el precio también podría variar.

   La doctora Hernández-Sampelayo entiende que ahora la situación económica "no permita su financiación" pero, si al menos se vendiera en farmacias y "unos pocos niños sí se vacunaran", se podría conseguir lo que se conoce como efecto grupo o rebaño, de modo que los niños no vacunados podrían estar menos expuestos al virus. No obstante, admite que para que esto suceda deberían comprarla el 80-90 por ciento de los padres.

   Asimismo, se podría conocer la "efectividad real" que tiene la vacuna en la población española. "Si restringimos su uso, nunca podremos saber los beneficios que realmente ofrece", ha alertado.

   Los pediatras aseguran que seguirán pidiendo que se amplíe su uso pero, al mismo tiempo, alertan a los padres del riesgo de adquirir estos productos en otros países o a través de Internet, como ha sucedido con otras vacunas como la de la varicela, después de que Sanidad también haya decidido pasarla a uso hospitalario.