MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Clínica Mayo (Estados Unidos) han estudiado los resultados de 483 pacientes de alto riesgo tratados contra la COVID-19 con un régimen oral de cinco días de nirmatrelvir y ritonavir, comercializados conjuntamente como 'Paxlovid'. Sólo unos pocos desaarrollaron síntomas de COVID-19, y los investigadores dicen que se necesitan más estudios para determinar el motivo.
En general, el tratamiento benefició a todos los participantes en el estudio. Todos se recuperaron, incluidos los pacientes que desarrollaron síntomas tras el tratamiento, que en general fueron leves, según los resultados de la investigación, que se han publicado en la revista científica 'Clinical Infectious Diseases'.
"Descubrimos que este fenómeno era poco común en este grupo de pacientes. Los cuatro individuos que experimentaron síntomas tras el tratamiento representan sólo el 0,8 por ciento del grupo, y todos ellos se recuperaron rápidamente sin una terapia adicional dirigida por COVID-19", explica el autor principal del trabajo, Aditya Shah.
La mayoría de los pacientes habían sido vacunados, y muchos habían recibido vacunas de refuerzo. La edad media era de 63 años. Aunque estos pacientes eran de alto riesgo de contraer COVID-19, ninguno estaba inmunodeprimido. Sólo dos pacientes fueron ingresados en el hospital, y fue por razones distintas a la COVID-19.
El estudio se centra en cuatro pacientes con síntomas: un hombre de 75 años con enfermedad coronaria que presentó un aumento de la tos y dolores musculares 19 días después del tratamiento; una mujer de 40 años con obesidad, hipertensión y enfermedad renal que desarrolló fatiga y dolor de garganta seis días después del tratamiento; un hombre de 69 años con hipertensión y obesidad que presentó secreción nasal y tos 10 días después del tratamiento; y un hombre de 70 años con antecedentes de cáncer de próstata, obesidad, hipertensión y colesterol alto, que desarrolló una importante congestión sinusal 10 días después del tratamiento.
Los investigadores creen que una de las explicaciones podría ser que una réplica del virus podría haber desencadenado una respuesta inmunitaria secundaria que se manifestó como síntomas leves de la COVID-19.
Sugieren que otros estudios prospectivos podrían responder a la pregunta. También señalan que los cuatro pacientes con estos síntomas tenían muchos problemas de salud graves conocidos como comorbilidades, un factor que se ha demostrado que complica la recuperación. Y los cuatro pacientes habían sido vacunados más de 90 días antes de infectarse con COVID-19.