MADRID 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Fomentar la interacción social y limitar el tiempo de uso de pantallas son algunas de las recomendaciones para conseguir un bienestar mental óptimo en verano, según ha señalado el Jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Alberto Bullón Sáez.
El periodo estival puede presentar desafíos únicos para la salud mental, especialmente para adolescentes y ancianos. Las altas temperaturas, los cambios en las rutinas diarias y las expectativas sociales pueden afectar al bienestar emocional y psicológico. Por esta razón, Bullón ha destacado que es fundamental adoptar medidas preventivas y mantener prácticas saludables que se adapten a las necesidades individuales, así como consultar con profesionales de la salud si se tienen preocupaciones específicas.
En primer lugar, se debe considerar el verano como una buena oportunidad para participar en actividades que estimulen la mente y promuevan la socialización, como leer libros, hacer crucigramas, participar en grupos de discusión, acudir a clases de música o potenciar los hobbies. Junto a esto, es esencial desarrollar estrategias de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, ya que los cambios que trae consigo el verano pueden generar ansiedad, según ha explicado el especialista.
Además, en los adultos mayores, ha instado a buscar apoyo emocional si se sienten desbordados por las nuevas situaciones o responsabilidades, buscando ayuda profesional y manteniendo una comunicación abierta con familiares y amigos. A este respecto, también ha recordado que se intenten equilibrar los momentos de actividad y descanso para evitar el agotamiento y mantener un bienestar integral.
Respecto de la limitación del uso de pantallas, medida dirigida a los adolescentes, ha apuntado que se deben establecer horarios específicos para el uso de dispositivos electrónicos y designar zonas de la casa libres de pantallas. Para ello, se pueden utilizar aplicaciones que monitorean y limitan el tiempo de uso de dispositivos electrónicos.
Como alternativas al uso de la tecnología, ha comentado que se fomenten actividades al aire libre, también en familia, y se promuevan hobbies que no involucren pantallas. Asimismo, ha aconsejado que se aproveche para educar sobre un uso adecuado manteniendo conversaciones abiertas sobre los riesgos de un uso excesivo de pantallas y sobre la importancia de la ciberseguridad y cómo proteger su privacidad en línea.
Por otra parte, Bullón ha hecho mención a medidas de prevención para evitar el riesgo de consumo de sustancias durante la adolescencia, un periodo en el que los jóvenes pueden estar expuestos a diversas influencias y presiones para experimentar con sustancias de abuso, como el alcohol, el tabaco y las drogas ilícitas.
Según ha explicado, las estrategias deben girar en torno a varios ejes. Por ejemplo, hay que proporcionar a los adolescentes información precisa y basada en evidencia sobre los efectos perjudiciales del uso de sustancias, tanto a corto como a largo plazo, así como enseñarles habilidades para tomar decisiones informadas y saludables, proporcionándoles estrategias para resistir la presión de compañeros y amigos y decir no al uso de sustancias.
Además, ha señalado que se les anime a realizar deportes y actividades extracurriculares, acciones de voluntariado y actividades comunitarias. También es importante mantener con ellos una comunicación abierta en el ámbito familiar y estar alerta a cambios en el comportamiento, rendimiento escolar y círculo de amigos para realizar una intervención temprana en su caso.
