MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El bloqueo de la función de una proteína de la coagulación de la sangre evitó la pérdida ósea de la enfermedad periodontal, en estudios con ratones, según una investigación dirigida por científicos del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Basándose en datos de animales y humanos, los investigadores descubrieron que la acumulación de la proteína, llamada fibrina, desencadena una respuesta inmunitaria hiperactiva que daña las encías y el hueso subyacente.
El estudio, publicado en la revista 'Science', sugiere que la supresión de la actividad anormal de la fibrina podría ser prometedora para prevenir o tratar la enfermedad periodontal, así como otros trastornos inflamatorios marcados por la acumulación de fibrina, como la artritis y la esclerosis múltiple.
En sus primeras fases, la enfermedad periodontal provoca el enrojecimiento y la inflamación de las encías. En las fases avanzadas, denominadas periodontitis, el hueso subyacente se daña, lo que provoca la pérdida de los dientes.
Aunque los científicos saben que la periodontitis se debe, en parte, a una respuesta exagerada de las células inmunitarias, hasta ahora no estaba claro qué es lo que desencadena la respuesta y cómo causa el daño a los tejidos y al hueso.
"La enfermedad periodontal grave puede conducir a la pérdida de dientes y sigue siendo un obstáculo para la productividad y la calidad de vida de demasiados estadounidenses, especialmente de aquellos que carecen de un acceso adecuado a la atención dental --explica la directora del NIDCR, Rena D'Souza--. "Al proporcionar la imagen más completa hasta ahora de los mecanismos subyacentes de la enfermedad periodontal, este estudio nos acerca a métodos más eficaces para la prevención y el tratamiento".
En los lugares donde se producen lesiones o inflamaciones, la fibrina desempeña normalmente una función protectora, ayudando a formar coágulos de sangre y activando las células inmunitarias para combatir las infecciones.
Pero el exceso de fibrina se ha relacionado con problemas de salud, como una forma rara de periodontitis debida a una afección denominada deficiencia de plasminógeno (PLG). En las personas afectadas, las mutaciones del gen PLG provocan la acumulación de fibrina y enfermedades en varias zonas del cuerpo, incluida la boca.
Para explorar la conexión entre la acumulación anormal de fibrina y la periodontitis, los científicos, dirigidos por los investigadores del NIDCR Niki Moutsopoulos y Thomas Bugge estudiaron la deficiencia de PLG en ratones y analizaron los datos genéticos humanos.
Al igual que los humanos que padecen la enfermedad, los ratones con deficiencia de PLG desarrollaron periodontitis, incluida la pérdida de hueso periodontal y niveles elevados de fibrina en las encías. Las encías de los ratones estaban repletas de células inmunitarias llamadas neutrófilos, que también se encuentran en niveles elevados en las formas comunes de periodontitis.
Los neutrófilos suelen defender la cavidad bucal de los microbios dañinos. Pero se cree que una respuesta excesiva de los neutrófilos provoca daños en los tejidos.
Para averiguar si la fibrina impulsaba esta respuesta hiperactiva, los investigadores redujeron su capacidad de interactuar con (unirse a) los receptores proteicos de los neutrófilos. El debilitamiento de la unión entre la fibrina y los neutrófilos impidió por completo la pérdida ósea periodontal en los ratones deficientes en PLG.
Sorprendentemente, también redujo la pérdida ósea en ratones normales con una forma común de periodontitis relacionada con la edad, lo que sugiere que hay mecanismos similares en juego en ambas formas de la enfermedad.
"Este estudio sugiere que la fibrina puede hacer que la inmunidad de los neutrófilos pase de ser protectora a ser perjudicial en determinadas circunstancias --explica Moutsopoulos, que dio crédito a la becaria postdoctoral y primera autora del estudio, la doctora Lakmali Silva, por su investigación que condujo a los hallazgos--. Este compromiso entre fibrina y neutrófilos puede ser un impulsor de la periodontitis".
Un análisis genético de más de 1.000 personas pareció respaldar los hallazgos en animales. Incluso en ausencia de una deficiencia de PLG, las variaciones en el gen PLG estaban vinculadas a un mayor riesgo de periodontitis grave, lo que concuerda con la idea de que procesos similares contribuyen a formas raras y comunes de la enfermedad.
En conjunto, el estudio sugiere que la acumulación excesiva de fibrina en las encías -ya sea debido a cambios en genes como el PLG, a la inflamación crónica de una infección bacteriana o a alguna combinación de ambos- desencadena una respuesta elevada y, en última instancia, perjudicial de los neutrófilos que provoca la enfermedad periodontal.
Los resultados también están en consonancia con los hallazgos de otros equipos de investigación, que han descubierto que la fibrina elevada puede contribuir a otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes como la artritis y la esclerosis múltiple, y que interferir en la actividad de la fibrina podría ayudar a tratar estas afecciones.
"Nuestros datos respaldan la idea de que atacar la interacción entre la fibrina y los neutrófilos podría ser una vía de tratamiento prometedora para explorar tanto en las formas raras como en las comunes de periodontitis", concluye Silva.