NUEVA YORK, 18 Sep. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey (Estados Unidos) aseguran que los juegos de realidad virtual pueden ser una herramienta eficaz para aliviar el dolor, y no sólo por la distracción que puede conllevar sino por provocar también pequeños cambios cerebrales.
En concreto, según han descrito en un artículo en la revista 'Pain Medicine', han visto que puede provocar cambios en el sistema nervioso cuando se utiliza para ayudar a reprogramar el modo en que una persona responde al dolor.
"Se necesita más investigación para saber si la realidad virtual es verdaderamente efectiva, pero tener más opciones para tratar el dolor es algo prometedor", según ha destacado Anita Gupta, investigadora de la Escuela Woodrow Wilson y una de las autoras de este trabajo.
La tecnología de la realidad virtual ha existido durante décadas, aunque ahora sea más accesible, y se utiliza en una gran variedad de fines médicos como la fisioterapia, el tratamiento de quemaduras o el alivio del dolor dental.
En su trabajo analizaron diferentes artículos publicados entre 2000 y 2016 que exploraban el uso de la realidad virtual como alivio del dolor, identificando en total cuatro pequeños experimentos y dos estudios piloto sobre el tema.
Además del dolor agudo, algunos de estos estudios examinaban su eficacia en pacientes con cuadros de dolor crónico, como migraña o fibromialgia, y en ellos la realidad virtual se combinó con otros tratamientos como los mecanismos de biorretroalimentación y la terapia cognitivo-conductual.
En general, los resultados de los estudios estudios analizados demostraron que la realidad virtual podía ayudar en lo que se conoce como terapia de acondicionamiento y exposición, un tipo de terapia conductual que busca ayudar a los pacientes a cambiar su forma de sentir el dolor.
Pero sus hallazgos también apuntaron a su uso para reducir la dependencia de analgésicos, e incluso podría ayudar a frenar su uso indebido de estos medicamentos con elevado potencial adictivo.
"Los pacientes deben entender que la realidad virtual es sólo una herramienta para diseñar tratamientos, y no un tratamiento por sí mismo", ha reconocido Max Ortiz Catalán, investigadora de la Universidad Tecnológica Chalmers de Goteburg (Suecia), que no participó en este estudio.