MADRID 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Desde la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) aseguran que la rehabilitación debería formar siempre parte del tratamiento oncológico, para todo tipo de cáncer y para todas las etapas de la enfermedad y tratamiento, "que tiene una dosis y una frecuencia específica que los médicos rehabilitadores pautan, pero que el paciente tiene que poner en práctica".
Asimismo, explican que el tratamiento del cáncer no termina con la remisión de la enfermedad ya que muchos pacientes se enfrentan a secuelas como fatiga crónica, dolor, disminución de la movilidad por rigidez articular o cicatrices que limitan la función, o problemas neurológicos que afectan a la movilidad y el equilibrio, que interfieren en su vida diaria.
Ante esta situación, la SERMEF destaca, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer que se celebra el 4 de febrero, la importancia del rol del médico rehabilitador dentro del enfoque multidisciplinar necesario para hacer frente a una enfermedad compleja como el cáncer.
Además, la sociedad explica que lo más "importante" de un programa de rehabilitación es crear un plan integral personalizado que tenga en cuenta el diagnóstico oncológico y zona de afectación; el tratamiento a recibir, la situación funcional previa al diagnóstico y las preferencias del paciente.
El paciente puede incluir técnicas de terapia manual para disminuir el dolor muscular y osteoarticular; un plan de ejercicios terapéuticos para mejorar la resistencia cardiopulmonar, y por ende la fatiga, y aumentar la fuerza y la movilidad; ejercicios de respiración y de relajación para ayudar a disminuir el estrés y enfrentar la ansiedad; infiltraciones o bloqueos de nervios que alivien el dolor, entre otros.
"Es importante crear siempre unos objetivos a corto y a largo plazo para generar una adherencia en la mayoría de los pacientes dirigidos a mantener y restablecer su bienestar físico y emocional permitiendo una mejora en la calidad de vida, una recuperación más rápida y minimizar al máximo las posibles secuelas", subrayan desde SERMEF.
LA PREHABILITACIÓN
También aseguran que la rehabilitación es importante antes de de empezar un tratamiento de radioterapia, quimioterapia o de una cirugía. Los pacientes que se pueden considerar de inicio como cardiovascular y físicamente activos o que han sido sometidos a programas de prehabilitación quirúrgica, tienen una mejora significativa y se optimizan los resultados de los tratamientos oncológicos.
La prehabilitación consiste en una práctica clínica que introduce componentes de rehabilitación a los pacientes antes de someterse a intervenciones médicas intensivas, como la cirugía en pacientes con cáncer, para optimizar así la función y mejorar la tolerabilidad y secuelas de la intervención.