MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Aunque la encefalopatía traumática crónica (ETC) aún no puede diagnosticarse en vida, un nuevo estudio proporciona la mejor evidencia hasta la fecha de que la resonancia magnética puede acelerar la capacidad de diagnosticar la ETC con confianza en personas con vida, según publican los investigadores en la revista 'Alzheimer's Research & Therapy'.
Los autores del estudio han descubierto que los participantes diagnosticados con ETC post-mortem presentaban contracción en las regiones del cerebro asociadas a la ETC, así como otras anomalías, en comparación con los controles sanos.
"Específicamente, aquellos con ETC tenían contracción en los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las regiones más afectadas por la ETC", explicó el autor correspondiente Jesse Mez, director del Núcleo Clínico del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Boston (BU) y un investigador del Centro de ETC de esa universidad.
La ETC es una enfermedad cerebral progresiva asociada a los impactos repetitivos en la cabeza. Se ha diagnosticado después de la muerte en jugadores de fútbol americano y otros atletas de deportes de contacto, así como en miembros de las fuerzas armadas y víctimas de abusos físicos.
Para aprender a diagnosticar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, los científicos suelen estudiar a una población en vida y confirmar el diagnóstico tras la muerte, lo que puede llevar décadas. Para acortar este plazo, Mez y sus colegas trabajaron al revés, revisando los historiales médicos de los donantes de cerebros fallecidos y analizando las resonancias magnéticas obtenidas en vida una media de cuatro años antes de la muerte.
Compararon las resonancias magnéticas de 55 hombres diagnosticados de ETC con las de 31 controles masculinos sanos con una cognición normal en el momento de su exploración.
"La resonancia magnética se utiliza habitualmente para diagnosticar enfermedades cerebrales progresivas similares a la ETC, como la enfermedad de Alzheimer. Los resultados de este estudio nos muestran lo que podemos esperar ver en la resonancia magnética en la ETC. Esto es muy emocionante porque nos acerca mucho más a la detección de la ETC en personas vivas", señala el primer autor Michael Alosco, profesor asociado de neurología en la Facultad de Medicina de la BU, codirector del Núcleo Clínico de su Centro de la Enfermedad de Alzheimer y un investigador principal del Centro de la ETC.
"Aunque este hallazgo aún no está listo para la clínica, muestra que estamos haciendo rápidos progresos, y animamos a los pacientes y a las familias a seguir participando en la investigación para que podamos encontrar respuestas aún más rápido", añade Mez.
Los autores también añade que "aún queda por hacer, ya que todavía tenemos que entender si los patrones que vimos en la resonancia magnética son específicos de la ETC, es decir, si diferencian la ETC de la enfermedad de Alzheimer y de otras causas de demencia".