Retirar el tratamiento en pacientes de enfermedad inflamatoria intestinal en remisión sería viable y seguro

Archivo - Intestino. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / LIGHTFIELDSTUDIOS

MADRID 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una investigación liderada por Javier P. Gisbert y María Chaparro, del Hospital Universitario de La Princesa y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), ha concluido que retirar la terapia biológica anti-factor de necrosis tumoral (anti-TNF), empleada en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), en pacientes seleccionados que se encuentren en remisión "podría ser una opción viable y segura".

Las terapias anti-TNF han supuesto una revolución para la enfermedad inflamatoria intestinal, permitiendo a muchos pacientes mantener la enfermedad controlada. Sin embargo, su uso prolongado plantea dilemas importantes, debido a la posibilidad de efectos adversos, entre los que destacan mayor riesgo de infecciones, reacciones a su administración o la pérdida de eficacia con el tiempo debido al desarrollo de resistencia al fármaco, así como a su alto coste.

Este estudio, publicado en 'GUT', financiado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y respaldado por el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), ha tenido como objetivo despejar la incógnita acerca de si, en determinados pacientes, podría ser seguro suspender estos fármacos una vez alcanzada la remisión, sin provocar un aumento significativo del riesgo de recaídas.

Para los ensayos clínicos se contó con la participación de 33 hospitales de toda España y se analizó la evolución de 140 pacientes con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn que llevaban al menos seis meses en remisión clínica bajo tratamiento con anti-TNF a dosis estándar. Los participantes se dividieron en dos grupos, uno continuó con la medicación y otro la suspendió; y en ellos se evaluó su evolución tanto clínica como de las lesiones intestinales y de los marcadores inflamatorios.

Tras un año de seguimiento, el 84 por ciento de los pacientes que mantuvieron el tratamiento y el 76 por ciento de los que lo suspendieron seguían en remisión clínica, sin diferencias significativas en la presencia de lesiones detectadas mediante endoscopia.

No obstante, en el grupo que suspendió el tratamiento se observó una mayor proporción de pacientes con calprotectina fecal elevada, un marcador de inflamación intestinal. En cuanto a la seguridad, los efectos adversos graves fueron poco frecuentes en ambos grupos, registrando cifras del cuatro por ciento entre quienes continuaron con anti-TNF y del siete por ciento en los que lo suspendieron.

Los autores del estudio han destacado a partir de los hallazgos que, en pacientes seleccionados que se encuentren en remisión clínica, endoscópica y radiológica, la retirada de los anti-TNF podría ser una opción viable y segura, aunque han insistido en la necesidad de un seguimiento estrecho para detectar a tiempo cualquier signo de reactivación de la enfermedad.

Los resultados obtenidos abren la puerta a un enfoque más personalizado en el tratamiento de la EII, ajustando las terapias según la evolución de cada paciente y optimizando el balance entre eficacia y seguridad. El estudio ha recibido el reconocimiento internacional con el 'Investigator Initiated Study Award' en el congreso de la Organización Europea de Enfermedad de Crohn y Colitis (ECCO, por sus siglas en inglés), entre otros galardones.