MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, han logrado mediante una transfusión de células de sangre de cordón umbilical mejorar la conectividad cerebral y la función motora de niños con parálisis cerebral espástica, según datos de un trabajo publicado en la revista 'Stem Cells Translational Medicine'.
El ensayo en fase II, controlado con placebo, incluyó a 63 niños con diferentes tipos y grados de parálisis cerebral espástica, una variante inusual causada antes o en el momento del nacimiento. Todos ellos recibieron una dosis intravenosa de al menos 25 millones de células madre por kilo de peso, y el objetivo era ver si al cabo de un año experimentaban alguna mejoría.
Los avances fueron mayores que los observados habitualmente en niños con este problema y una edad similar, así como a los experimentados por quienes recibieron una dosis más baja o placebo.
"Los resultados de este estudio son alentadores, muestran que el uso de células de cordón umbilical en dosis adecuadas puede servir para reducir los síntomas de niños con parálisis cerebral", ha reconocido Joanne Kurtzberg, directora del Banco de Sangre de Cordón de Carolina en Duke.
Estudios previos habían confirmado la seguridad de que los niños con parálisis cerebral reciban una transfusión de su propia sangre del cordón, pero faltaba por definir la dosis más adecuada de este tratamiento.
Kurtzberg y su equipo han sido pioneros en probar el potencial de este tratamiento autólogo, después de que la sangre de cordón se haya revelado como una fuente rica de células madre clave para tratar algunos tumores, trastornos neurológicos y enfermedades genéticas.
Pero ahora han visto que también contiene otras células terapéuticas que los investigadores creen que podrían influir en la formación de nuevas conexiones neuronales en niños con parálisis cerebral.
En su estudio probaron dosis de 10 a 50 millones de células por kilo de peso corporal, según la cantidad y calidad de la sangre de cordón que cada niño tenía almacenada. Y entre las herramientas utilizadas para evaluar posibles mejorías utilizaron resonancias magnéticas para medir su conectividad cerebral y la su función motora, evaluando su capacidad para gatear, rodar, arrodillarse o completar otros movimientos según su edad y nivel de desarrollo.
MEJOR SI HABÍAN RECIBIDO OTRAS TERAPIAS PREVIAS
Los niños con parálisis cerebral suelen mejorar sus habilidades motoras a medida que crecen, se desarrollan y reciben tratamientos convencionales como la terapia física u ocupacional, ha explicado Jessica Sun, hemato-oncóloga pediátrica y también autora de este trabajo.
Al cabo de un año todos los niños experimentaron mejoras, incluidos los que recibieron placebo, pero los que recibieron dosis de al menos 25 millones de células por kilo de peso mejoraron más de lo esperado.
"En cada niño las mejoras son diferentes y podrían ser sutiles, pero a veces incluso una diferencia aparentemente pequeña es significativa", dijo Sun.
Los autores reconocen que el estudio ha tenido algunas limitaciones, incluido el requisito de que los participantes tengan sangre del cordón umbilical almacenada y puedan viajar a Duke, algo que exige disponer de medios económicos para ello. Además, esta mayor disponibilidad de recursos también hizo que los participantes hubieran recibido tratamientos adicionales que también podrían haber influido en los resultados.