MADRID, 17 Mar. (EDIZIONES) -
Durante un embarazo se realizan numerosísimas pruebas, y cada trimestre éstas varían. Desde análisis de sangre, hasta ecografías, muestras de orina, o la famosa prueba del azúcar entre otras tantas, y muchas veces sin que la futura madre se entere. Es lo que se llama el 'screening prenatal', que no sólo se refiere al cribado más 'inquietante' de primeras para muchas madres, que es el de alteraciones cromosómicas, sino que por ejemplo, también se analiza la posibilidad de desarrollo de preeclampsia (el más novedoso), o de diabetes gestacional, entre otros.
"El screening prenatal no sólo está referido al cribado de alteraciones cromosómicas, sino que se hacen muchos cribados en el embarazo, que están tan automatizados, y que se realizan sin que la futura nueva mamá se entere", reconoce en una entrevista con Europa Press Infosalus el doctor Ernesto González Mesa, ginecólogo del Hospital Materno Infantil de Málaga, profesor titular de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Málaga, y miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Subraya este especialista que, si una mujer mantiene un equilibrio emocional determinado a lo largo de su gestación, el impacto del screening será menor, y ese posible nerviosismo ante los resultados estará limitado. "Pero puede haber mujeres más vulnerables, y a las que les genere algún trastorno de ansiedad, y a las que sí les ocasione un cierto desequilibrio estas pruebas a nivel emocional; sobre todo si el resultado es desfavorable", mantiene el experto.
Este ginecólogo detalla que entre otras pruebas se verifica si la madre presenta una infección de estreptococo, se criban infecciones de transmisión vertical y que pueden transmitirse al bebé, como la toxoplasmosis, el HIV, la hepatitis, la sífilis, por ejemplo, y son análisis que se hacen y que tienen una enorme repercusión porque sobre todo pueden repercutir en el bebé, y además tienen tratamiento.
EL CRIBADO DE ALTERACIONES CROMOSÓMICAS
"Un cribado es una prueba que se realiza a toda la población, o a un segmento concreto de la población, y donde se selecciona un subgrupo con idea de alcanzar el diagnóstico precoz de una determinada patología y que ésta tenga un tratamiento lo antes posible. Por eso se hace de preeclampsia, de diabetes gestacional, de hipotiroidismo, pero también el de alteraciones cromosómicas, que es un cribado sensiblemente diferente porque se diagnostica una patología para la que no hay tratamiento, y esto es lo que genera realmente el desajuste", subraya el doctor González Mesa.
Explica este especialista de la SEGO que este cribado consiste en hacer el diagnóstico precoz de una patología para la que no hay tratamiento, y realmente esto es lo que genera la gran alteración emocional: "Entre otras cosas ante un resultado patológico, la mujer se encontrará en la tesitura de tomar una de las decisiones más trascendentes que tiene que tomar, si mantener el embarazo o no".
MEJORAR LA FORMACIÓN DEL MÉDICO PARA ACOMPAÑAR
Con la idea de disminuir el impacto de los resultados en los screening prenatales ve necesaria una fluidez en la comunicación con la paciente, así el acompañamiento y ayuda a la mujer en la toma de decisiones.
A su juicio, está claro que hoy en día se debe mejorar la comunicación con los pacientes por parte del especialista, y para ello cree fundamental la formación en comunicación que se debe tener como médico, "saber trasladar una mala noticia y cómo apoyar a la mujer en esos momentos, tener muy clara la estrategia a la hora de acompañar en la toma de decisiones".
Subraya así que el nivel de información del médico "debe ser equilibrado ante las distintas opciones que se plantean" y, por ejemplo, en el caso de que el resultado del cribado de alteraciones cromosómicas sea desfavorable, la mujer tendrá que decidir entre interrumpir el embarazo o no, dado que se asume la posibilidad legal como consecuencia de estas patologías.
"Es nuestra misión la de informar también de todas las posibilidades, y la de plantear igualmente la posibilidad de mantener el embarazo, a pesar de la alteración cromosómica en el bebé, e informar a la madre de las posibilidades que tiene por delante, como por ejemplo, los cuidados paliativos prenatales, así como aportarle a esa mujer que decide mantener el embarazo todo el apoyo emocional que necesite", defiende el miembro de la SEGO.