MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha mostrado su apoyo a la aprobación de la Ley de prevención del consumo de bebida alcohólicas y sus efectos en los menores de edad, ya que considera que representa "un paso crucial", aunque cree que es necesario continuar de manera "constante y decidida".
Asimismo, insta a todos los agentes a ser susceptibles a "mejorar todavía más este marco legal" para dotarlo de los recursos que "permitan intervenir en clave preventiva sobre los efectos negativos del consumo de alcohol en menores, que son múltiples y graves".
"Lo que esperamos es que en el trámite parlamentario, que se inicia a partir de esta aprobación, todos los grupos políticos tengan claro que la salud de nuestros jóvenes, pero también de nuestros adultos, pasa por una muy buena regulación y muy buen control de la distribución y de la venta de las bebidas alcohólicas", ha señalado el coordinador del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud, PAPPS-semFYC, Asensio López.
En este punto, la Sociedad ha recordado que el consumo de alcohol es una de las primeras causas prevenibles de morbilidad y mortalidad en España. En este sentido, ha destacado que el consumo de alcohol impacta en el desarrollo cerebral, ya que los jóvenes que empiezan a beber antes de los 15 años tienen seis veces más posibilidades de desarrollar dependencia que aquellos que comienzan más allá de los 21 años
MEDIDAS PROPUESTAS
La semFYC, a través del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS), ha propuesto una serie de medidas que considera efectivas según estudios experimentales y precedentes en países similares a España.
De este modo, propone aumentar el precio del alcohol y reducir la disponibilidad; un control más estricto de publicidad y patrocinio; aplicar sanciones económicas por consumir alcohol en vías públicas y otros espacios prohibidos; incluir advertencias sanitarias claras sobre los riesgos del consumo de alcohol en el etiquetado de las bebidas; promover la inversión en actividades de ocio saludables para jóvenes, y fomentar la intervención de profesionales sanitarios.
"Entendemos que los médicos de familia nos enfrentamos a un problema, pues socialmente consideramos normalizado el consumo de alcohol, pero que sin embargo, todos los días está generando graves problemas de salud. Tenemos una sociedad muy permisible con el consumo de alcohol, con muchos intereses económicos alrededor de la venta y la producción de las bebidas alcohólicas, pero estamos dejando de lado los riesgos que tiene directamente sobre la salud, especialmente sobre la población de los jóvenes", ha finalizado López.