SemFYC recuerda que el aumento "indiscriminado" de la prescripción de antibióticos tiene riesgos para la salud pública

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MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha advertido de que el aumento "indiscriminado" de la prescripción de antibióticos, especialmente en personas mayores, conlleva riesgos para la salud pública, en el marco del día Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos, que se celebra este lunes.

"El aumento indiscriminado de la prescripción de antibióticos de amplio espectro, particularmente en personas mayores, plantea serios riesgos para la salud pública. Este grupo poblacional, que suele presentar infecciones con síntomas atípicos y coexistencia de comorbilidades, enfrenta mayores tasas de efectos adversos y complicaciones asociadas al uso innecesario de antimicrobianos", reza un comunicado del organismo.

Asimismo, considera "ineficaz" y "peligroso" iniciar tratamientos empíricos sin un diagnóstico claro, por lo que ha enfatizado la necesidad de lograr un diagnóstico "riguroso" antes de recurrir a los antibióticos, que son usados a pesar de que "las infecciones en mayores suelen presentarse con manifestaciones atípicas, como deterioro funcional o mental sin fiebre ni otros signos clásicos de infección, y suele iniciarse el tratamiento sin un diagnóstico claro".

Es por ello por lo que ha pedido a los profesionales sanitarios que tengan en cuenta que "la inmunosenescencia no justifica la prescripción preventiva de antibióticos en personas ancianas ante el riesgo de desarrollo de complicaciones de procesos víricos".

La organización ha publicado un documento en el que se recogen una serie de recomendaciones dirigidas "específicamente" al manejo racional de infecciones en personas mayores, de forma que se ofrece un "enfoque integral" para minimizar riesgos en base a una "estrategia de manejo responsable" y "ajustado" a las características clínicas de cada caso, aconsejando un tipo de antimicrobiano por cada uno de ellos.

El texto también aborda estas recomendaciones desde "una perspectiva basada en la evidencia, la necesidad de prevenir el uso inadecuado de antibióticos para reducir la resistencia antimicrobiana, mejorar los resultados clínicos y proteger la salud de esta población vulnerable", y resalta que se deben promover alternativas no farmacológicas cuando sea posible.

Del mismo modo, se subraya la importancia de entender que a partir de los 65 años hay un "mayor riesgo de condiciones de salud relacionadas con la edad" y que, si bien no implica necesariamente "una pérdida significativa de funcionalidad o independencia", se debe tener en cuenta la mayor incidencia de fragilidad, dependencia funcional y requerimientos de cuidados más complejos.

"Resulta esencial adaptar las estrategias clínicas y terapéuticas a las particularidades de este grupo poblacional, asegurando un abordaje más eficaz y adecuado a sus necesidades específicas", ha explicado semFYC en el documento, que "reflexiona" sobre las prácticas clínicas en las consultas médicas de los distintos niveles asistenciales del Sistema Nacional de Salud, así como en los entornos de residencias geriátricas.

El texto recoge que los "tratamientos más cortos (=7 días) son igual de efectivos que pautas prolongadas en infecciones comunes, como neumonías o infecciones urinarias, y reducen los efectos adversos y el riesgo de resistencia".

Por otro lado, semFYC ha abordado tres casos en los que "se debe ser especialmente cauteloso al prescribir fármacos antimicrobianos" a personas mayores, como en el manejo de las infecciones respiratorias, en las que "no se recomienda" el uso de antibióticos salvo en situaciones donde existan complicaciones bacterianas confirmadas.

Respecto a las infecciones urinarias, el tratamiento de la bacteriuria asintomática en pacientes que no utilizan sonda urinaria resulta "innecesario", y puede llegar a contribuir al desarrollo de resistencias antimicrobianas, mientras que el uso profiláctico de antibióticos durante los cambios de sonda urinaria "no está indicado en ausencia de infección activa".

En cuanto al manejo de las úlceras por presión, el uso de los antibióticos debe estar limitado "exclusivamente" a casos en los que hayan "signos claros" de infección sistémica, mientras que en el caso de las úlceras colonizadas sin infección activa "deben tratarse" mediante cuidados locales, como limpieza adecuada y desbridamiento.