¿Son fiables los tensiómetros inteligentes con bluetooth?

Archivo - Tensiometro digital con Bluetooth
Archivo - Tensiometro digital con Bluetooth - RISKA/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 18 agosto 2022 8:17

MADRID 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un estudio dirigido por la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) ha investigado si los nuevos dispositivos de monitorización de la presión arterial que se conectan con los teléfonos inteligentes permiten un mejor control de la hipertensión que los manguitos de presión arterial de uso doméstico.

Según reconocen en su estudio, publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine', para su sorpresa descubrieron que los dispositivos más sofisticados no conducen a un mejor control de la presión arterial.

Cuando a los pacientes se les diagnostica hipertensión se les suele aconsejar que compren un dispositivo de control de la presión arterial para utilizarlo en casa. Las lecturas diarias en casa ofrecen una imagen más clara de la presión arterial del paciente que las que se toman cada pocos meses en la consulta del médico.

Los dispositivos básicos se limitan a mostrar la presión arterial, mientras que los modelos de gama alta se conectan mediante Bluetooth a aplicaciones para teléfonos inteligentes que pueden ofrecer visualización de datos, recordatorios y otras funciones.

"Creemos que este estudio es importante porque proporciona respuestas prácticas del mundo real para los médicos y los pacientes", destaca el autor correspondiente Mark J. Pletcher, profesor de epidemiología y bioestadística de la UCSF.

Si no se controla, la hipertensión puede provocar un ataque al corazón y un ictus, pero menos de la mitad de los pacientes que la padecen la tienen controlada.

En el estudio, los investigadores compararon la eficacia de los dos tipos de dispositivos para reducir la presión arterial cuando los utilizan pacientes de más de 20 centros médicos de todo el país.

Los investigadores enviaron al azar un dispositivo básico o un popular dispositivo con Bluetooth a más de 2.000 pacientes con presión arterial alta, de los cuales aproximadamente un tercio se identificó como negro o hispano. Para replicar las circunstancias del mundo real, los investigadores no trataron de influir en la forma en que los médicos manejaban a los pacientes o en cómo éstos utilizaban los dispositivos.

"Hay muchos estudios que sugieren que con la monitorización en casa, cuanto más apoyo y ayuda se da, mejores resultados se obtienen para el control de la presión arterial. Pero la mayoría de estos programas son realmente difíciles y costosos de implementar --añade Pletcher--. Pensamos que la tecnología disponible en el mercado podría ayudar proporcionando a los pacientes recordatorios para controlar su presión arterial y la posibilidad de visualizar y comprender los datos".

Después de seis meses, los pacientes que recibieron el brazalete básico habían reducido su presión arterial en 10,6 mmHg, y los que recibieron la aplicación para teléfonos inteligentes habían reducido su presión arterial en 10,8 mmHg, según las mediciones de la presión arterial tomadas en las visitas médicas y registradas en los registros electrónicos de salud.

No hubo diferencias estadísticamente significativas en las mejoras observadas por los pacientes ni en su satisfacción con los dispositivos.

La diversidad racial y étnica del estudio es importante porque la gestión desigual de la hipertensión desempeña un papel importante en el efecto desproporcionado que tienen las enfermedades cardiovasculares en las comunidades negras. En los pacientes de distintas razas y etnias, el estudio descubrió que la nueva tecnología no superaba a los manguitos básicos.

Los resultados permiten a los médicos aconsejar con confianza a sus pacientes que compren y utilicen el dispositivo de control de la presión arterial que más les guste, informan los autores. Los pacientes que prefieran ahorrar dinero o evitar la molestia de conectar un dispositivo no limitarán sus posibles beneficios para la salud.

"Hay un problema de coste con los dispositivos Bluetooth, y el tiempo y el esfuerzo que supone conectarlos a un smartphone no es realmente trivial. Resulta que no parece haber ningún beneficio en todo eso --señala Pletcher--. Lo que parece importar es el compromiso y el apoyo de los proveedores de atención médica".

El equipo de investigación sigue estudiando si la tecnología puede ayudar a los médicos a involucrar a los pacientes para que controlen su hipertensión. Un área de especial interés es un monitor tipo smartwatch que realiza un seguimiento continuo de la presión arterial sin que el usuario tenga que hacer nada.