MADRID, 5 May. (EDIZIONES) -
Los respiradores se han convertido en uno de los protagonistas de esta pandemia y son muchas las personas que han conocido su existencia gracias al COVID-19. Se trata de ventiladores que ayudan a respirar al cuerpo humano cuando éste por sí solo no puede.
"Se trata de un equipo que permite realizar un procedimiento de sustitución temporal de la función respiratoria normal realizada en aquellas situaciones en las que ésta, por diversos motivos patológicos, no cumple con los objetivos fisiológicos que le son propios", explica en una entrevista con Infosalus, el head of services en Dräger Iberia (compañía de tecnología médica y seguridad) y experto en estas máquinas, Daniel Fisac.
Así, indica que el objetivo de la ventilación es mantener al paciente con su función respiratoria conservada al máximo mientras el trastorno patológico persista, y el tiempo suficiente para poder tratar la causa que ha originado su fracaso respiratorio. A su vez, precisa que un respirador debe evitar o corregir la retención de CO2, corregir la hipoxemia (falta oxígeno) mejorando el transporte de éste, además de reducir el trabajo respiratorio del paciente.
En este contexto de pandemia, Fisac, que durante 15 años ha sido responsable del área de Cuidados Respiratorios en Dräger América latina y Europa, destaca que los respiradores están siendo vitales en la crisis sanitaria del COVID-19 porque un "porcentaje importante" de pacientes que ingresa en la UCI con la infección precisa de ventilación mecánica, ya que desarrollan una neumonía que puede acabar en un Síndrome del Distress Respiratorio Agudo (SRDA), una patología que ha de ser tratada con ventilación mecánica; de ahí la necesidad de usar un respirador artificial.
"Este aparato permite dar al paciente una asistencia ventilatoria adaptada a sus necesidades en función de su patología concreta. Existen diferentes formas de dar esa asistencia a través de lo que llamamos 'modalidades ventilatorias', que permiten al clínico ofrecer distintas terapias y estrategias ventilatorias, ya sean por presión o por volumen", matiza el experto en respiradores.
A su juicio, es importante destacar que a la vez que se ventila al paciente se protege en la medida de lo posible al pulmón ventilado, evitando generar lesiones inducidas por la ventilación. "Para ello, los respiradores cuentan con sistemas de seguridad, sensores, e información que ayudarán al clínico a proporcionar una ventilación lo más efectiva y segura posible. Igualmente, el respirador cuenta con mecanismos capaces de detectar actividad respiratoria espontánea de los pacientes, adaptándose a sus necesidades, y facilitando así la ventilación mecánica", agrega.
En concreto, puntualiza que los respiradores de hoy en día se componen de varios elementos: bloque neumático, bloque electrónico y sistema de control; todo controlado por microprocesadores y gestionado por un software.
PAUTAS DE FUNCIONAMIENTO
Sobre cómo funcionan, Fisac sostiene que el objetivo es ventilar al paciente mediante la introducción de un gas, a una concentración determinada de oxígeno, en el pulmón de una manera mecánica. "El gas se introduce a través de una presión positiva generada por el ventilador, en una fase llamada 'inspiratoria', y éste se reparte por el pulmón para luego salir de nuevo en otra fase denominada 'espiratoria'", detalla.
Mediante un suministro externo de gases medicinales de oxígeno y aire medicinal, el responsable de Dräger Iberia señala que el respirador genera una concentración determinada del gas, a través del 'mezclador interno', que posteriormente es suministrada al paciente. "Mediante un sensor de oxígeno el respirador controla en todo momento que la mezcla aportada se a la correcta. Existen diversas formas de ventilar al paciente que vienen determinadas por los llamados 'modos ventilatorios'", apostilla.
De esta manera, subraya que el ventilador actuará según los ajustes realizados por el personal clínico y su respuesta variará en función del estado del paciente, así como su asimilación a la ventilación mecánica. Para ello, recuerda que los respiradores están dotados de una serie de sensores que permiten medir la respuesta del paciente y dar información sobre el estado de su mecánica pulmonar.
El también colaborador de la European Society of Intensive Care Medicine (ESICM), la Sociedad Española de Neurología (SEN), y de la a Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) apunta que, en caso de necesidad, deberá intubarse al paciente, usando para ello un tubo endotraqueal.
LA IMPORTANCIA DEL PERSONAL EXPERTO
"La intubación será realizada por personal experto, tomando todas las precauciones para evitar la transmisión por vía aérea de COVID-19", agrega, al tiempo que reconoce que cuanto menos tiempo lleve el paciente el ventilador mejor, "ya que existen evidencias clínicas de que cuanto más tiempo esté conectado, más complicaciones pueden aparecer, aparte de que será más complicada su retirada", lo que comúnmente se denomina 'destete' o 'weaning'.
Sobre los hechos por particulares, Fisac mantiene que en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo "toda iniciativa de nuevos sistemas que sean capaces de salvar vidas siempre es bien recibida", si bien advierte de que al tratarse de equipos críticos, se debe ser "muy cautos", y estos equipos de respiración deben contar con unos mínimos de seguridad, ya que sino podrían causar lesiones.
En cuanto a la posibilidad de que algunas comunidades autónomas estén pensando si emplear un solo respirador para dos pacientes, el experto en maquinaria médica sostiene que se debe ser también cauto ya que, según justifica, "el tema no es simple y no sólo es cuestión de que el respirador tenga o no la capacidad de ventilar a dos pacientes, que no todos tienen", sino de prestaciones técnicas, para lo que se requiere personal experto en ventilación mecánica que conozca a fondo las características del equipo. "En principio el tema no sería descartable, pero sería latamente complejo, con dudoso resultado y siempre tendría que ser realizado por un experto", sentencia.
Sobre por qué España se ha podido ver desprovista de respiradores, entre otras razones, el miembro de Dräger Iberia apunta a que esto ha sucedido en muchos otros, ya que la pandemia "ha llegado como un tsunami", y de la que nadie esperaba este nivel de incidencia, y menos aún la necesidad de ingreso en UCI con necesidad ventilatoria tan elevada.
"Esto ha sido algo impredecible. No obstante, no creo que haya sido sólo una falta de respiradores ya que, en principio, en España la relación de respirador por cama de intensivos es prácticamente de 1 a 1. El problema es en el número de camas de intensivos por cada 100.000 habitantes, que en España es inferior a la de otros países como Alemania, Francia, Estados Unidos o Italia. Igualmente, se necesitaría personal experto para manejar estos respiradores y atender a los pacientes, por lo que es más un problema de conjunto", reconoce el experto, quien también reseña que ante un aumento mundial en la demanda de respiradores, la capacidad de suministro también se ha visto afectada.