MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Tener sueño no reparador, fatiga, cefalea, hormigueo en manos y pies, cansancio, sensación de inflamación en las articulaciones o dificultad para recordar palabras y nombres son algunos de los síntomas de la fibromialgia, según ha explicado la psicóloga de la Unidad de Dolor Crónico y Fibromialgia de IMQ AMSA, Josune Martín Corral.
A esto se le une la intolerancia al frío, colon irritable, sensibilidad a los cambios de temperatura o alteraciones psicológicas como sintomatología ansiosa y depresiva, según ha señalado la especialista, con motivo del Día Mundial de la Fibromialgia, que se celebra este sábado.
En concreto, la fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolores musculares generalizados de más de tres meses de duración que se distribuyen por todo el cuerpo. Afecta a las esferas biológica, psicológica y social del paciente y resulta en la actualidad un importante problema de salud por su prevalencia, morbilidad y el elevado consumo de recursos sanitarios que genera.
Además, esta enfermedad la padece en torno al 2 y 3 por ciento de la población y existe un claro predominio entre las mujeres, un 85 por ciento. Suele aparecer entre los 30 y 50 años, aunque se han descrito casos en todas las edades. Por ejemplo, en País Vasco la prevalencia estimada es del 2,3 por ciento, lo que supone que existen más de 48.000 personas afectadas de fibromialgia en nuestro entorno más cercano, han expresado desde la empresa.
"NO HAY UN TRATAMIENTO EFICAZ"
"En la actualidad no se conoce la causa de esta enfermedad ni existe un tratamiento eficaz para ella y toda esta sintomatología puede provocar efectos realmente devastadores tanto a nivel psicológico como profesional, social e incluso familiar", ha subrayado la psicóloga.
Además, "se caracteriza por la ambigüedad en el diagnóstico, la incertidumbre en la comprensión de su fisiopatología y las dificultades de los médicos para abordarla globalmente".
De este modo, y siguiendo la evidencia de la investigación sobre los tratamientos en fibromialgia, "el enfoque terapéutico desde la Unidad del Dolor Crónico y Fibromialgia de IMQ AMSA es incluir estrategias farmacológicas y no farmacológicas como las intervenciones psicológicas y fisioterápicas".
UNA ENFERMEDAD INVISIBLE
La especialista ha destacado que "manejarse con el dolor tampoco es fácil para las personas cercanas a los pacientes. Es una enfermedad "invisible" y resulta complicado entender lo que es vivir con dolor crónico.
"¿Cuánto apoyo necesita un familiar o amigo en este momento?, ¿cómo son su malestar y dolor ahora?. Desde fuera no es fácil hacer estas valoraciones y conocer cómo se encuentra una persona con fibromialgia. Los familiares han de encontrar la dosis apropiada o justa de apoyo, ya que los dos extremos pueden ser problemáticos", ha cuestionado la experta.
Josune Martín ha resaltado que "puede ser muy estresante ver cómo su pariente sufre sin poder hacer nada. Por eso, a los familiares y amigos también es necesario explicarles lo que es y supone esta enfermedad, qué tratamientos hay y cómo mantener los niveles de comunicación para poder saber qué nivel de apoyo necesita su familiar".
Así, a través de esa comunicación o de la integración en algunas de las sesiones, "familiares y pacientes puedan hablar y poner en común las dificultades que todos ellos encuentran en su día a día".
Para la experta "los pacientes han de trabajar por su parte, para aceptar que la fibromialgia forma parte de su vida puesto que es una patología crónica. Es importante hacerles sentir que no se encuentran solos, y una forma de conseguirlo es que se conozca la enfermedad, no solamente por los pacientes, sino también por los médicos, familiares, y amigos".