La tecnología digital amplía el acceso a la evaluación neuropsicológica para la detección de demencia

Archivo - Médico estudiando el cerebro de un paciente. - IPOPBA/ISTOCK - ARCHIVO

MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La neuropsicóloga María Belén Sánchez Saudinós, de la Unidad de Memoria del Departamento de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), ha puesto en valor la integración de las tecnologías digitales en el proceso de evaluación neuropsicológica, ya que estas herramientas permiten que más personas con una posible demencia o con enfermedad de Alzheimer accedan a una prueba de detección precoz.

Así lo ha señalado este jueves en el encuentro virtual 'El rol de la evaluación neuropsicológica en una era de biomarcadores y de explosión digital', que ha organizado la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), con el apoyo de Novo Nordisk, en el marco del proyecto 'Entornos Amigables y Solidarios con las Demencias'.

"La evaluación neuropsicológica es un proceso especializado que examina las funciones cerebrales y su relación con el comportamiento y el funcionamiento cognitivo. Identifica y cuantifica los déficits cognitivos para comprender la relación entre el cerebro y el comportamiento y guiar la planificación de intervenciones y tratamientos", ha explicado Sánchez.

En este sentido, la especialista ha destacado que la exploración neuropsicológica se inicia ante cualquier sospecha de deterioro cognitivo y permite detectar trastornos neuropsicológicos incluso antes de que aparezcan síntomas evidentes. También ha apuntado a las ventajas que ofrece al ayudar a diferenciar entre condiciones que comparten síntomas, aumentado así la precisión del diagnóstico y de los tratamientos que se prescriban.

Además, la neuropsicóloga ha detallado que este tipo de evaluación permite monitorear el progreso del paciente, proporciona información sobre el desarrollo de la enfermedad y la respuesta al tratamiento para ir ajustando las estrategias que maximicen los resultados, y contribuye con todo ello a la investigación científica de los trastornos cognitivos, mejorando los avances clínicos y terapéuticos.

La integración de la tecnología digital "ha revolucionado" este proceso, según ha subrayado Sánchez, debido a múltiples motivos. En primer lugar, ha señalado la accesibilidad que posibilita la digitalización, permitiendo que las pruebas se realicen de forma remota. Los móviles, las videoconferencias y la realidad virtual favorecen la teleneuropsicología, así como la simulación de situaciones de la vida real en un entorno controlado.

Las nuevas tecnologías también reducen los errores humanos y garantizan una mayor consistencia de los resultados al automatizar muchos de los procesos. Asimismo, la posibilidad de recopilar grandes cantidades de datos y analizarlos a través de diferentes plataformas, que identifican patrones y correlaciones, ayuda a la comprensión y el tratamiento de los trastornos cognitivos.

Junto al papel de la tecnología digital, la experta ha destacado las aportaciones de los biomarcadores. En este punto, ha detallado la existencia de diversos tipos de biomarcadores, como son los neuropsicológicos, los bioquímicos, los de imagen cerebral, los genéticos y los de fluidos. "La combinación de los biomarcadores y la tecnología digital tiene el potencial de mejorar significativamente la precisión y la eficacia de la evaluación neuropsicológica", ha comentado.

DESAFÍOS Y PERSPECTIVA DE FUTURO

Por otra parte, Sánchez ha abordado los desafíos que se deberían afrontar en torno a la evaluación neuropsicológica digital, entre los que destaca la equidad de la atención a los pacientes. "Aunque la evaluación neuropsicológica digital puede mejorar la accesibilidad, también puede excluir a personas que no tienen acceso a esta tecnología o bien que no tienen habilidades digitales", ha advertido.

Además, ha precisado que las herramientas digitales que vayan desarrollándose deben contar con un proceso de validación y fiabilidad que asegure su eficacia en diferentes poblaciones y contextos clínicos. En este punto, ha resaltado la necesidad de formar a los profesionales en el uso "ético y efectivo" de estas herramientas.

Otro de los aspectos clave para la neuropsicóloga es la implementación de medidas que protejan la privacidad y seguridad de los pacientes, teniendo en cuenta que la cantidad de datos biomédicos y digitales que se almacenan sobre ellos. Entre las propuestas de Sánchez a este respecto se incluye la puesta en práctica de la ley de protección de datos y la firma de un consentimiento informado.

De cara al futuro, Sánchez ha sugerido que la evaluación neuropsicólogica, junto a los biomarcadores y la tecnología digital, "promete avances significativos" en aspectos tales como la precisión diagnóstica, la personalización del tratamiento, la detección temprana, el pronóstico, la investigación y la accesibilidad. "Estas innovaciones tienen el potencial de mejorar los resultados de los pacientes con trastornos neuropsicológicos al proporcionar una atención más precisa, efectiva y accesible", ha afirmado.

"Me gustaría dejar claro el potencial que supone la integración de los biomarcadores y la tecnología digital para mejorar la evaluación neuropsicológica. Como dice Juan Fortea, el director de la Unidad de Memoria del Hospital de Sant Pau, las herramientas digitales solo tienen un límite, tu imaginación", ha finalizado Belén Sánchez.

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