MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con tendinopatía de Aquiles, una enfermedad del tendón de Aquiles que puede causar un dolor importante, no reciben ningún beneficio al ser tratados con una inyección de plasma rico en plaquetas (PRP), según ha descubierto un ensayo clínico dirigido por la Universidad de Warwick, en Reino Unido, y publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association' y financiado por la organización benéfica británica Versus Arthritis.
El PRP es un tratamiento utilizado a menudo para una serie de afecciones ortopédicas y popularizado por su uso por parte de deportistas de élite. Sin embargo, este nuevo estudio ha demostrado que es ineficaz para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles y recomienda dejar de utilizarlo en estos pacientes.
Se trata de una enfermedad degenerativa que se manifiesta como rigidez o dolor al soportar el peso de la pierna. El tendón de Aquiles une los músculos de la pantorrilla al talón y es importante para levantar el talón del suelo al caminar o correr.
El tendón sufre un gran desgaste durante la vida diaria. Normalmente, pasa por un ciclo de desgaste y reparación, pero en la tendinopatía de Aquiles ese ciclo se rompe y el tendón no se repara tan eficazmente. Para algunas personas, sobre todo si su trabajo les obliga a estar de pie o si caminan o corren mucho, esto puede causar molestias o dolor muy importantes.
El PRP se utiliza a menudo después de que hayan fracasado otros tratamientos, como el simple alivio del dolor, el asesoramiento, la modificación de la actividad y la fisioterapia.
Para este ensayo clínico aleatorio, el mayor de su clase, los investigadores reclutaron a 240 pacientes con tendinopatía del tendón de Aquiles, divididos en dos grupos: uno recibió el tratamiento con PRP, mientras que el otro grupo de control recibió una inyección simulada.
A continuación, se pidió a los participantes que completaran una autoevaluación de su dolor, función y actividad después de tres y seis meses, utilizando la puntuación del Victorian Institute of Sport Assessment - Achilles (VISA-A), una herramienta validada para evaluar a los pacientes con tendinopatía de Aquiles.
Cuando se compararon las puntuaciones de ambos grupos, los investigadores no encontraron diferencias estadísticas entre la puntuación media de cada grupo.
La autora principal del estudio, la profesora Rebecca Kearney, de la Unidad de Ensayos Clínicos de Warwick, de la Universidad de Warwick, señala que "la única razón para tratar la tendinopatía es si el paciente experimenta dolor, ya que la afección no causa dolor en todos los casos. Lo importante para los pacientes es que quieren una reducción del dolor, para poder hacer las actividades que podían hacer antes. Establecimos lo que era una diferencia clínicamente importante y eso no se cumplió en el ensayo", añade.
"Un mayor número de participantes en el grupo de PRP experimentó un aumento del dolor poco después de la inyección, sangrado, hematomas e hinchazón en la zona inyectada --explica--. Estas son cosas normales que se asocian con recibir una inyección y mejoraron, pero muestran que las inyecciones en el tendón de Aquiles no están libres de consecuencias".
"La recomendación de este ensayo es que el PRP no debe utilizarse para tratar la tendinopatía del tendón de Aquiles --añade--. No es eficaz, cuesta dinero y encontramos algunas pruebas de que puede causar daños a corto plazo. No hay pruebas para seguir utilizándolo para la tendinopatía de Aquiles".
Se cree que el PRP favorece la reparación del tendón mediante la inyección de una alta concentración de factores de crecimiento directamente en el lugar de la degeneración, para mejorar la regeneración. Se elabora tomando la sangre del propio paciente, haciéndola girar hasta alcanzar una alta concentración en una centrifugadora antes de inyectarla directamente en la zona requerida. Se espera que esto desencadene un proceso de reparación a lo largo del tiempo.
También se utiliza para otros problemas ortopédicos y por deportistas profesionales, pero a pesar de ello hay pocas pruebas de su eficacia en la mayoría de las enfermedades.
El profesor Kearney añade: "Ha habido una explosión de tratamientos con inyecciones para la tendinopatía de Aquiles. Hay otros tipos de inyecciones que se están utilizando, pero existe el mismo problema de que no se han probado y evaluado en ensayos clínicos de alta calidad. Este estudio plantea la cuestión de que si el PRP no funciona --explica--, tal vez algunas de las otras inyecciones utilizadas habitualmente para la tendinopatía del tendón de Aquiles necesiten una mayor evaluación".
"No podemos señalar una cosa que cause la tendinopatía del tendón de Aquiles, por lo que tratarla resulta tan difícil --prosigue--. Por eso vemos muchos tratamientos diferentes, no todos ellos debidamente probados".
Caroline Aylott, jefa de investigación de Versus Arthritis, recuerda que "la tendinopatía del tendón de Aquiles puede causar un dolor importante e impedir que las personas se mantengan activas. Los resultados de este estudio sugieren que las inyecciones de plasma rico en plaquetas no mejoran el dolor ni la función, por lo que no deberían recomendarse como tratamiento para esta afección".
Por ello, considera que "se necesita más investigación para asegurar que encontramos tratamientos eficaces para las personas que tienen tendionopatía de Aquiles dolorosa y persistente".