MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La terapia de precisión y la inmunoterapia despuntan en el tratamiento de las hemopatías malignas, tal y como ha puesto de manifiesto el informe 'Avances en Cáncer Hematológico', realizado por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y presentado con motivo de la celebración, el pasado sábado, del Día Mundial contra el Cáncer.
En concreto, el presidente de la SEHH, Jorge Sierra, ha explicado que, con respecto al primer grupo, se han descubierto y aplicado con eficacia nuevos inhibidores de tirosina quinasa y de NF-Kb, así como de proteínas antiapoptóticas.
En cuanto a la inmunoterapia, prosigue, han aparecido nuevos anticuerpos monoclonales y se ha impulsado la terapia celular con células NK y T. Con respecto a este último aspecto, los resultados con células T CAR son "espectaculares", sobre todo en niños y jóvenes con leucemia linfoblástica de línea B resistente a tratamientos previos. Por tanto, el experto ha asegurado que se está ante una terapia "muy prometedora" cuyo desarrollo está garantizado en 2017.
"La prevención todavía es un reto pendiente, ya que la mayor parte de las hemopatías malignas son, en general, consecuencia de mutaciones o reordenamientos adquiridos en los procesos de replicación celular. Con todo, se han descubierto características en células germinales que predisponen al desarrollo de leucemias, particularmente de leucemia mieloide aguda", ha añadido.
En relación al conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo de muchas neoplasias hematológicas y en su evolución, el doctor ha informado de que se han descubierto nuevas mutaciones que determinan la adquisición de la enfermedad, por sí solas o mediante cooperación con eventos moleculares. Estos aspectos, añade, se han puesto de manifiesto al aplicar técnicas innovadoras, como la secuenciación masiva de nueva generación.
"En el diagnóstico, es de destacar la publicación de la clasificación actualizada de las neoplasias mieloides y linfoides según la Organización Mundial de la Salud. Reconoce entidades nuevas con características genéticas específicas y da luz en las áreas frontera entre patologías, como es el caso de las neoplasias mieloproliferativas crónicas", ha apuntado Sierra.
Por último, el experto ha comentado que varios marcadores moleculares descubiertos recientemente predicen la respuesta al tratamiento y la supervivencia. "Otro aspecto con gran impacto es la persistencia de enfermedad residual después del tratamiento inicial, ya sea en cantidad mínima en pacientes en remisión morfológica de una leucemia aguda, como en mayor volumen y detectada por PET-TC en los linfomas. La evaluación de esta enfermedad residual es útil para la toma de decisiones de intensificación terapéutica", ha zanjado el presidente de la SEHH.