MADRID, (EUROPA PRESS)
Expertos en Psicopedagogía y Psicología Infantil coinciden en que los alumnos deben volver "cuanto antes" a la rutina escolar, después de que el terremoto de Lorca (Murcia) haya provocado el cierre de todos los centros educativos, mientras se evalúan los daños.
En declaraciones a Europa Press, la experta en psicología infantil y profesora titular de la UNED Victoria del Barrio ha indicado que una de las mejores herramientas para que los niños superen una situación de estrés postraumático es asumir su rutina diaria "lo antes posible".
Asimismo, aconseja tanto a padres como profesores que sean "sinceros" con los niños, pero "sin ser caer en detalles escabrosos". A su juicio, se trata de "contar la verdad objetiva sacando todas las esquinas posibles", pues puede ser contraproducente que el niño viva "fuera de la realidad".
Para los niños que han asistido a situaciones dramáticas o hayan vivido en primera persona las consecuencias del terremoto, recomienda que el "susto" lo pasen de la mejor forma posible, que es acompañado de aquellas personas que le proporcionan una mayor seguridad, como son los padres.
No obstante, afirma que tanto los progenitores como los profesores deben permanecer "serenos" ante los niños y ser lo "más positivos posible" a la hora de explicarles lo sucedido. Según la experta, el impacto emocional en los menores dura entre tres y siete días, en función de la personalidad de cada uno.
Si bien afirma que la vuelta al colegio debe producirse con cierta celeridad, siempre que no exista riesgo, a los niños hipersensibles se les debe permitir permanecer algún día más en casa, ya que desarrollan estrés postraumático en forma de hipervigilancia, falta de sueño, rememoraciones visuales violentas, entre otros síntomas.
Tanto en la escuela como en casa, "lo más sensato es dejarles a hablar y, si no quieren, respetar esa descomprensión, entreteniéndolos por otros medios", ha asegurado.
La experta afirma que el papel de los profesores en estos casos es importante y deben canalizar la situación explicándoles lo sucedido y dándoles la información justa. Así, lejos de analizar el origen y la formación de los seísmos, lo propio y eficaz sería, a su juicio, "hablar de temas muy distintos como, por ejemplo, la vida de las ranas".
Para el piscopedadgogo y director del gabinete psicopedagógico Aula 44, en los casos de catástrofes naturales debería haber un plan de contingencia a nivel de centro o local para poder atender a los estudiantes lo antes posible y evitar que pierdan varios días de clase y, sobre todo, de rutina.
A su juicio, los alumnos más perjudicados, además de los que les ha afectado el terremoto directamente, son los de segundo de Bachillerato porque se encuentran en un momento "crucial" de su vida académica, pues están en plena preparación de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).
"Es imporante dar una sensasción de normalidad sin demasiados detalles, explicarles que no se trata de algo habitual", ha afirmado Millán, que cree que es la ocasión "idónea" para tratar los fenómenos naturales en la escuela. "Se trata de cerrar el tema lo antes posible para pasar página y empezar con otro diferente", ha explicado.
Asimismo, ha señalado que estas situaciones tienen que servir para "sacar un aprendizaje de cómo hay que actuar", pues, a su entender, "eso da a los niños mucha tranquilidad y seguridad".