MADRID, 7 Sep. (EDIZIONES) -
La realización de colonoscopias es frecuente en nuestro medio. De hecho, a nuestro alrededor seguro que conocemos a más de una persona que se ha realizado una de estas pruebas. En este artículo vamos a intentar averiguar qué es todo lo que nos pueden aportar.
Para ello entrevistamos a la doctora Elvira del Pozo, especialista en Digestivo del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid, quien la describe como "una prueba que se utiliza para poder ver el intestino por dentro, donde se encuentran las lesiones".
Consiste en introducir un tubo con luz y una cámara en la punta, hasta la unión del intestino grueso con el delgado, y una vez que se llega hasta ahí se va retirando, pero a la vez visualizando toda la pared del intestino en busca de lesiones o de cualquier patología que haya.
Así, afirma que en una colonoscopia se puede encontrar cualquier tipo de patología del intestino grueso, siendo lo más habitual los pólipos de colon, que son las lesiones precursoras que después pueden convertirse en cáncer de colon; aparte de lesiones sangrantes, o de la estructura de la pared del colon como son los divertículos.
Según defiende la experta del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid, la colonoscopia es necesaria para diagnosticar una enfermedad inflamatoria intestinal, así como una colitis ulcerosa, o la enfermedad Crohn, donde se pueden ver lesiones inflamatorias.
QUIENES SE DEBEN SOMETER A UNA COLONOSCOPIA
Con ello, la doctora Elvira del Pozo recuerda que deben someterse a una colonoscopia todos aquellos pacientes con patología o síntomas de sospecha de enfermedad en el intestino grueso, y para las que no se puede hacer el diagnóstico de otra manera; sobre todo cuando se necesitan tomar muestras para llegar al diagnóstico de la enfermedad.
"En el caso del colon, los síntomas suelen ser variados e inespecíficos, pero es a los 50 años cuando tenemos más riesgo de cáncer de colon, por lo que son idóneas las colonoscopias. También son necesarias en cualquier paciente que tenga síntomas que nos hagan pensar que puede haber alguna lesión en el colon", resalta.
PREPARACIÓN PARA UNA COLONOSCOPIA
Esta doctora destaca que la parte más importante de la colonoscopia y que nos puede asegurar que va a tener éxito, va a ser rentable, o se va a ver bien, es la preparación: "Es imprescindible para una colonoscopia de calidad, si no nos da la información que necesitamos y seguramente haya que repetirla".
Según subraya, en estos casos es necesario hacer una dieta sin residuos, generalmente 2 días antes de la prueba, para eliminar todos los residuos insolubles que nos dejen los alimentos, que suelen ser las cosas con fibra, cereales, pan integral, semillas, la fruta y las verduras, para evitar que haya muchos restos insolubles en el momento de hacer la preparación.
"En las horas antes de la preparación, depende de si es de mañana o de tarde, hay que tomar una solución evacuante que hace que llegue mucha agua al intestino grueso y con ese torrente de agua se eliminan los restos que tenemos en el intestino. Con la dieta conseguimos que haya pocos restos en el momento de la preparación y la preparación lo que hace es eliminar todos esos restos", aclara la doctora Del Pozo.
ESTO HAY QUE TENER CLARO SOBRE LAS COLONOSCOPIAS
A su juicio, lo más interesante de todo es el programa de cribado poblacional que hay en España, llamado 'prevecolon', que se hace también en muchos otros países de Europa, donde se siguen más o menos los mismos criterios: "Es de los pocos programas de cribado que hacen disminuir mucho la incidencia de cáncer de colon y en caso de lesiones encontrarlas a tiempo, como lo que se hace en las mamografías para cáncer de mama".
El cáncer de colon, según incide esta especialista en Aparato Digestivo, es el más frecuente del mundo contando los dos sexos. "Por ello, es muy interesante tener una prueba que nos haga diferenciar o descubrir los pacientes de riesgo", aclara.
Afortunadamente celebra esta doctora que desde hace años existe este programa, donde la seguridad social avisa a los pacientes para que se hagan una sencilla prueba, la de sangre en heces, que determinará quienes necesitan o no una colonoscopia.
"Cualquier paciente que no tenga síntomas digestivos, a partir de los 50 años es recomendable que se haga sangre oculta en heces cada año o dos años, y si da positivo es necesaria la colonoscopia", sentencia la doctora Elvira del Pozo, especialista en Digestivo del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid.