El tratamiento quirúrgico del Parkinson por estimulación cerebral permite controlar los síntomas en el 80% de los casos

Actualizado: viernes, 10 abril 2015 15:13

MADRID 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El tratamiento quirúrgico del Parkinson mediante estimulación cerebral profunda permite controlar el temblor y reducir la rigidez, dos de los principales síntomas, en el 80 por ciento de los casos candidatos a cirugía, además de disminuir la cantidad de medicación necesaria para controlar la enfermedad.

Así lo ha asegurado el jefe de Neurocirugía del Instituto de Neurociencias Avanzadas Madrid INEAMAD-Hospital Nuestra Señora del Rosario, Rafael García de Sola, quien ha informado de que estudios "muy recientes" están demostrando que la implantación de este tipo de dispositivos y su funcionamiento mantenido en el tiempo mejora la evolución de la enfermedad de Parkinson, retrasando claramente el empeoramiento progresivo.

"En el de Parkinson se dan dos síntomas aparentemente antagónicos y que fueron magistralmente descritos por Parkinson, al definirla como Parálisis Agitante: Temblor y rigidez", ha apostillado el experto, para señalar que actualmente se pueden llegar a ver en la resonancia magnética, "con extraordinaria precisión, los núcleos neuronales implicados en esta enfermedad".

En concreto, prosigue, se puede acceder a ellos con "muy baja o nula" morbilidad o mortalidad, y se puede colocar en estos núcleos un dispositivo "muy complejo" que consiste en un electrodo a través del cual se manda un estímulo eléctrico que regula el funcionamiento de estos núcleos. Es similar al marcapasos cardíaco, en que queda todo por dentro de la piel, solo que el electrodo está situado a nivel cerebral.

Como resultado, el paciente queda sin temblor y con una disminución muy marcada de la rigidez en brazos y piernas, en un porcentaje de casos superior al 80 por ciento y sin secuelas quirúrgicas. Esto, además, permite disminuir la cantidad de medicación necesaria para controlar la enfermedad.

El candidato a este tratamiento es un paciente con menos de 70 años, con buena respuesta al tratamiento con L-Dopa, que precisa ya altas dosis de medicación con efectos secundarios adversos, y un buen estado general fuera de la enfermedad.