MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, asegura que los primeros ensayos clínicos en humanos con una vacuna experimental frente al virus Zika podrían comenzar el próximo mes de septiembre, aunque hasta 2018 no podría comenzar a comercializarse.
Estados Unidos ha registrado ya casi 100 casos de esta enfermedad en personas que habían estado en alguno de los países afectados por el virus, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias de este país a liderar las investigaciones para una futura vacuna que permita prevenir nuevos contagios.
De hecho, el Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en sus siglos en inglés) con sede en Bethesda, a las afueras de Washington DC, cuenta con una de las dos vacunas en desarrollo contra el Zika que actualmente están más avanzadas. La otra está siendo desarrollada por Bharat Biotech, una compañía india con sede en Hyderabad.
El centro ya participó en la búsqueda de una vacuna contra el virus del ébola. Pero en el caso del Zika, se están centrando en la protección de las mujeres embarazadas ante la fuerte sospecha de que el virus pueda causar microcefalia fetal.
En este sentido, Fauci confía en tener lista en los próximos meses "una vacuna que pueda probarse en humanos para analizar su seguridad y si induce una respuesta protectora".
"Ese ensayo en fase I es probable que comience a finales de este verano o principios del otoño", ha insistido en declaraciones recogidas por la BBC, si bien reconoce que esta primera fase es sólo el comienzo de un proceso potencialmente largo.
De hecho, si el brote comienza a frenar su evolución, como ya ocurrió en las fases avanzadas de los estudios con las vacunas contra el ébola probadas en esta institución, no será posible llevar a cabo un estudio lo suficientemente grande como para confirmar la eficacia de la vacuna en las zonas de riesgo.
Esta vacuna en desarrollo utiliza información genética sintetizadas del virus, en lugar del virus vivo, para desencadenar la respuesta inmune del organismo, de modo que si la persona vacunada se infecta con el virus su cuerpo ya está preparado para combatirlo.
CONFÍAN EN ACELERAR EL PROCESO
Aunque el desarrollo de estos compuestos puede durar décadas, los científicos que trabajan en este cometido confían en acelerar este proceso aprovechando el trabajo que ya han realizado con otras vacunas como la del virus del Nilo Occidental, que se transmite a través del mismo mosquito 'Aedes aegypti'.
El director adjunto del Centro de Investigación de Vacunas, Barney Graham, admite que es un desafío "porque no conocen mucho el virus Zika".
No obstante, apunta también que actualmente disponen de nuevas tecnologías que permiten acelerar el desarrollo de vacunas de ADN como ésta, al igual que ha sucedido con las del Nilo Occidental, el virus A/H5N1 (gripe aviar) o el ébola.