MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las vacunas tienen un enorme impacto no solo en la salud, sino en mantener a las personas fuera de la pobreza, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Los autores estimaron que el aumento de las inversiones en diez vacunas administradas en países de ingresos bajos y medianos durante un periodo de 15 años podría evitar hasta 36 millones de muertes y 24 millones de casos de empobrecimiento médico.
"Este estudio señala explícitamente cómo la inversión en vacunas en países de bajos y medianos ingresos puede tener un amplio impacto sanitario y económico --afirma Stéphane Verguet, profesora asistente de Salud Mundial--. Los responsables de las políticas deberían considerar los programas de vacunas específicas como poderosos mecanismos para mejorar la equidad en salud y reducir la pobreza".
Los investigadores, cuyo trabajo se detalla este lunes en la revista 'Health Affairs', desarrollaron un modelo matemático para estimar el impacto de la distribución de diez vacunas: sarampión, hepatitis B, virus del papiloma humano, fiebre amarilla, 'Hemophilus influenzae' tipo b, 'Streptococcus pneumoniae', rotavirus, rubéola, 'Neisseria meningitidis' serogrupo A y encefalitis japonesa en 41 países de ingresos bajos y medianos de 2016-2030.
Estos investigadores descubrieron que los hogares más pobres probablemente recibirían el mayor beneficio de un mayor acceso a las vacunas, ya que están en mayor riesgo, tienen un uso limitado de la atención de la salud y, en consecuencia, son más vulnerables a las enfermedades prevenibles por vacunación. La mayor proporción de muertes evitadas por las vacunas se ubicó en el quintil de ingresos más bajo y todas las vacunas condujeron a una reducción importante en el número de casos de empobrecimiento médico.
"Las vacunas no solo previenen las enfermedades sino también el empobrecimiento. Por eso es tan importante que todos, especialmente los pobres, tengan acceso oportuno a vacunas de alta calidad", afirma la primera autora Angela Chang, candidata a doctorado en la Escuela Chan de Harvard cuando realizó la investigación y que actualmente es científica postdoctoral en el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.