MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La carencia de vitamina D podría ser un indicador de una enfermedad subyacente más que un problema en sí mismo y funcionar únicamente como biomarcador que alerta de que algo está fallando, por lo que incrementar de forma artificial o natural sus niveles puede provocar que no se trate "la causa real del problema", ha apuntado la profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Diana Díaz Rizzolo, en relación con los últimos planteamientos científicos.
Según los últimos estudios, el 75 por ciento de la población española presenta bajos niveles de vitamina D, aunque no se miden los niveles de vitamina D en la población como norma general, por lo que se desconoce el estado real de la cuestión. Además, Endocrine Society ha actualizado sus directrices para eliminar el tradicional límite de 75 nmol/L (30 ng/ml) por debajo del cual se considera que una persona tiene bajos niveles de vitamina D, y ha recomendado no hacer un cribado a la población general, sino únicamente a diversos grupos de riesgo, como niños y adolescentes, personas mayores de 74 años, mujeres embarazadas o personas con diabetes.
Pese a que no existen evidencias sobre su papel real en el cuerpo humano, diversos estudios relacionan los bajos niveles de vitamina D con una mayor mortalidad por distintas causas, así como con problemas musculoesqueléticos, enfermedades metabólicas, patologías infecciosas, problemas cardiovasculares y enfermedades autoinmunes. Además, hay evidencias sobre su "impacto en los minerales y la salud ósea", ha señalado la doctora Díaz Rizzolo.
Por ello, los especialistas han recordado que la vitamina D se obtiene, principalmente, a través de la exposición solar. Esto resulta llamativo si se tiene en cuenta que, en los países mediterráneos, que gozan de muchas horas de sol a lo largo del año, se han encontrado niveles especialmente bajos de vitamina D, algo que los expertos han achacado a un excesivo celo con la exposición al sol.
Asimismo, han señalado que la carencia de vitamina D no se compensa en todos los pacientes, ya que no suelen indicarse suplementos en la población general, en parte porque no se ha demostrado su efectividad en todos los pacientes, sino únicamente en grupos específicos, que son los que ahora considera la Endocrine Society.