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MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una dosis diaria de 2.000 UI de vitamina E en enfermos de Alzheimer entre leve y moderado, en comparación con el placebo, resulta eficaz para frenar el declive funcional y reducir el tiempo que emplea el cuidador en la asistencia a estos pacientes, según concluye un estudio que se publica en la edición de este miércoles de la revista 'JAMA'.
El tocoferol alfa, una vitamina soluble en grasa (E) y antioxidante, se ha estudiado en pacientes con enfermedad de Alzheimer (AD, en sus siglas en inglés) moderadamente grave y en los enfermos con deterioro cognitivo leve (MCI, en sus siglas en inglés), pero no se ha analizado en personas con AD de leve a moderada.
En los pacientes con enfermedad de Alzheimer moderadamente grave, la vitamina E ha demostrado ser eficaz para retrasar la progresión clínica. El fármaco memantina ha demostrado ser eficaz en pacientes con AD y demencia moderadamente grave, según la información de respaldo del artículo.
Maurice W. Dysken, del Sistema de Salud de Minneapolis, en Estados Unidos, y sus colegas examinaron la eficacia y seguridad de la vitamina E, la memantina y su combinación para el tratamiento del deterioro funcional en pacientes con AD de leve a moderada que estaban tomando un inhibidor de la acetilcolinesterasa (un producto químico que aumenta el nivel y la duración de la acción del neurotransmisor acetilcolina).
El ensayo incluyó a 613 pacientes de 14 centros médicos. Los participantes recibieron 2.000 UI/día de vitamina E, 20 mg/d de memantina, la combinación o placebo. El cambio en el declive funcional se midió a través de 'Alzheimer's Disease Cooperative Study/Activities of Daily Living Inventory score' (ADCS-ADL) (rango 0-78).
Durante el tiempo medio de seguimiento de 2,3 años, los participantes que recibieron vitamina E tuvieron un declive funcional más lento que los que recibieron placebo, la tasa anual de disminución de las actividades de la vida diaria se redujo en un 19 por ciento, un efecto que se traduce en un retraso clínicamente significativo en la progresión en el grupo de pacientes que tomaron vitamina E de 6,2 meses. Ni la memantina ni la combinación de vitamina E y memantina mostraron beneficio clínico en este ensayo.
Además, el tiempo que el cuidador dedicó a este tipo de pacientes se redujo en alrededor de 2 horas por día en el grupo de la vitamina E. Los análisis de mortalidad por todas las causas y de seguridad mostraron una diferencia sólo en el evento adverso grave de "infecciones o infestaciones" con mayores frecuencias en el caso de la memantina (31 eventos en 23 participantes) y el grupo de combinación (44 eventos en 31 participantes) en comparación con placebo (13 eventos en 11 participantes).
"En contraste con la conclusión que se extrae de un metaanálisis de la vitamina E de 2005, que mostró que dosis altas de vitamina E (= 400 UI/día) pueden aumentar el riesgo de mortalidad por cualquier causa, no encontramos un aumento significativo en la mortalidad con la vitamina E. La mortalidad anual fue del 7,3 por ciento en el grupo alfa tocoferol frente al 9,4 por ciento para el grupo placebo", afirman los autores de este trabajo.
Los investigadores señalan que el declive en el funcionamiento se conoce cada vez más como un importante factor determinante tanto de la calidad de vida del paciente como de los costos sociales y económicos. "En el estudio actual, el grupo de placebo perdió aproximadamente 3 unidades más en el inventario de ADCS-ADL que el grupo alfa tocoferol. Una pérdida de esta magnitud podría traducirse en la pérdida completa de ser capaz de vestirse o bañarse de forma independiente o la pérdida de la independencia en cualquiera de las tres diferentes actividades de la vida diaria", resaltan.