MADRID, 4 Abr. (EDIZIONES) - En invierno estamos acostumbrados a comer platos calientes, con un mayor aporte de grasas y de calorías para combatir el frío ambiental y comer mayor cantidad. Además, se lleva una vida más sedentaria. Así lo afirma la vicepresidenta de del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Euskadi Ingortze Zubieta en una entrevista con Infosalus, al tiempo que reconoce que, con la primavera, dado que llega el buen tiempo, salimos más a la calle, se modifican nuestros hábitos y, por tanto, cambiamos también nuestra alimentación.