MADRID, 9 Nov. (EDIZIONES) - Comer es necesario para vivir, y por ello muchas veces nuestro organismo nos avisa de que debemos comer. Pero no siempre que comemos estamos hambrientos y sentimos hambre. Al igual que no siempre que tenemos hambre nos apetece comer.En 'Por qué como si no tengo hambre' (Oberon), la psicóloga general sanitaria especializada en Alimentación Marian del Álamo cuenta que comemos sin hambre muchas veces por varios aspectos, que no siempre son patológicos, pero que sí deben trabajarse aquellos que lo son. Por ejemplo, en una entrevista con Infosalus, apunta que muchas veces comemos sin hambre por el mero placer que nos proporciona el comer, el disfrutar de la comida, y todo lo que conlleva.