MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) - Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza, en colaboración con el Hospital Parini y la Universidad del Valle de Aosta, ambos en Italia, ha comprobado que observó que cuando la madre habla a su bebé prematuro en el momento en el que se le somete a una intervención médica, los signos de expresión de dolor del bebé disminuían y su nivel de oxitocina -la hormona que interviene en el apego y que también está relacionada con el estrés- aumentan significativamente, lo que podría atestiguar una mejor gestión del dolor.