MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) - El Botox, un medicamento derivado de la toxina botulínica, se inyecta habitualmente para aliviar arrugas, migrañas, espasmos musculares, sudoración excesiva e incontinencia. Los investigadores han descubierto ahora un nuevo posible uso, al constatar que es capaz de reducir la ansiedad, según publican en la revista 'Scientific Reports'.