MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) - Las investigaciones sugieren que el trastorno del espectro autista (TEA) puede estar causado, al menos en parte, por diferencias en la composición de la microbiota intestinal, basándose en la observación de que ciertos tipos de microbios son más comunes en las personas con autismo. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que la relación podría funcionar a la inversa, es decir, que la diversidad podría deberse a sus preferencias dietéticas restringidas asociadas al autismo, más que a la causa de sus síntomas.