MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) - La disfunción sexual, además de ser un síntoma de la depresión, es también un efecto secundario común de algunos antidepresivos, especialmente de los serotoninérgicos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), que a menudo conduce al incumplimiento o interrupción del tratamiento farmacológico, así se ha puesto de manifiesto en el simposio 'Sexualidad y Psiquiatría', organizado por Lundbeck durante el XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría.