MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) - Investigadores del Brigham and Women's Hospital, miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham (EEUU), han descubierto que las estatinas, la clase de fármacos más recetada para tratar el colesterol alto, reducen el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular en dos grupos de alto riesgo de cardiopatía: los adultos mayores con enfermedad renal crónica y los que padecen o no fragilidad.