MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) - La aparición recurrente de orzuelos durante la edad infantil pueden ser un signo de defectos refractivos no diagnosticados, según ha advertido la especialista en Miranza IOA, Marina Rodríguez. "Cuando un niño tiene que ajustar la apertura palpebral para ver y enfocar mejor, es decir, forzar la acomodación 'achinando' los ojos a causa de un defecto refractivo no diagnosticado y no tratado con corrección óptica, puede provocar que la grasa presente en los párpados y que se encarga de nutrir la lágrima que lubrica la superficie ocular, se acumule en el párpado, dando lugar a los molestos orzuelos", ha explicado Rodríguez.