MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) - Las actividades delictivas casi siempre ocurren fuera del hogar y sin la supervisión de un adulto, por lo que es natural que los padres culpen a los compañeros por el mal comportamiento de sus hijos y, a menudo, muchos padres también suponen que pueden prevenir problemas futuros limitando el contacto con compañeros sospechosos, pero ahora un estudio de la Universidad Atlántica de Floridad (EEUU) ha advertido de que esta actitud solo empeora el comportamiento de los niños.