MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) - Al igual que las personas, las células del cuerpo humano protegen su espacio personal. Parecen saber cuánto espacio necesitan, y si se vuelve demasiado estrecho, la mayoría de las células prefieren liberarse. El mecanismo que permite a las células evadir los ambientes concurridos parece involucrar un jugador inusual: el núcleo celular. Esto es lo que los investigadores del Instituto de Investigación de Cáncer Infantil Santa Ana de Viena, el King's College de Londres, el Instituto Curie de París y el ETH de Zurich en Basilea han mostrado en su reciente trabajo.