MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El doctor del Servicio de Cirugía Maxilofacial y Odontología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, Philip J. Brabyn, ha recomendado la técnica de la bichectomía para quienes desean estilizar o definir el rostro, esto es, conseguir una cara más afilada y una forma oval facial más estética.
"El objetivo principal de este procedimiento es mejorar el contorno de las mejillas; al disminuir el volumen, se reduce esa apariencia de 'cara de luna llena' y se acentúan las prominencias óseas de las mejillas", detalla el especialista, que añade que la técnica consiste en retirar las bolas de Bichat, también llamadas almohadillas de grasa bucal o masticatoria, que son acumulaciones de tejido graso de la mejilla.
Estas bolas se componen de un tejido vascularizado y sirven para el desplazamiento de los músculos temporal y masetero durante la masticación. "Se encuentran superficial a los músculos masetero y temporal, y profundo al músculo buccinador. Estas bolas de grasa facial tienen un cuerpo central y dos extensiones, una superior o temporal y otra inferior o pterigoidea", especifica el experto, quien añade que "cuando son de gran tamaño, dan un aspecto facial de cara redondeada o querubín".
Así, abunda, esta técnica está indicada para la persona con aspecto de cara redondeada, sobre todo para quien tiene una adecuada proyección del hueso malar y una buena elasticidad cutánea, pero con poca definición de la curva sigmoidea facial de Ogee.
"Esta curva es la llamada línea de la belleza y se caracteriza por tener una forma de S, por un mayor volumen a nivel de superolateral del tercio medio facial y un menor volumen a nivel perioral, donde están las bolas de Bichat", detalla el doctor Brabyn, quien recuerda que "es necesario descartar que no es debido a una hipertrofia de los músculos maseteros, lo que se corrige fácilmente con toxina botulínica".
DEFINICIÓN DE CONTORNOS Y ÁNGULOS FACIALES
Esta técnica, con la que se consigue una mayor definición de los contornos y ángulos faciales, se lleva a cabo bajo anestesia local, a través de una incisión mínima por dentro de boca. Se suele resecar un exceso de grasa de entre 3-5cc. La herida se cierra con unas suturas reabsorbibles. Es sencilla y corta y la recuperación es rápida y, según el doctor, rara vez aparece inflamación o dolor. De hecho, se puede volver a la vida diaria al día siguiente del procedimiento, aunque se recomienda evitar esfuerzos y actividad física durante las dos primeras semanas.
A pesar de su sencillez, comenta el doctor Brabyn, existen posibles complicaciones, como, por ejemplo, trismus, hemorragia, infecciones, daño del conducto de la glándula salival o paresia facial. "Por ello es necesario que se efectúe por un cirujano experimentado en dicho procedimiento", concluye.