MADRID, 1 Ene. (INFOSALUS) -
El jabón de azufre es un producto cosmético que se comercializa con la finalidad de limpiar la piel grasa para conseguir un efecto antiseborreico. Suele emplearse en la cara y otras zonas donde se producen granos o espinillas, como espalda o escote.
Según explican a Infosalus especialistas de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), el jabón de azufre se comercializa desde hace más de 20 años y por regla general suelen utilizarse para limpiar pieles con tendencia al acné y, en champús, para reducir la producción de caspa grasa. Puede adquirirse sin receta médica y existen versiones con más concentración de azufre (fuerte) o menos concentrada (débil).
Los jabones de azufre por lo general están compuestos por un 1% a 10% de azufre. El resto de ingredientes que componen el jabón de azufre son fragancias, glicerina, aceites y humectantes. Los efectos que proporciona el uso del jabón de azufre son astringentes, anticaspa y antiseborreicos, por lo que son adecuados para las pieles grasas.
En el caso del acné, éste se caracteriza por una producción excesiva de grasa en la piel, normalmente en la cara, espalda o escote. El jabón de azufre, por sus propiedades antiseborreicas, contribuye a reducir y controlar ese exceso de grasa.
El jabón de azufre tiene propiedades antiseborreicas por lo que en caso de pieles con dermatitis seborreica reduce la producción de sebo.
El jabón de azufre tiene propiedades antiseborreicas y anticaspa, por lo que aplicado en el cuero cabelludo puede contribuir a reducir la grasa o caspa grasa del mismo.
En cuanto a su empleo, no debe ser utilizado más de una vez al día y la frecuencia ideal es de tres días a la semana. Su efecto astringente se observa desde el primer uso.
Según señalan desde la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) cuando se trata de utilizar otros productos complementarios hay que tener en cuenta que el resto de cosméticos que se utilicen deben ser adecuados para las pieles grasas, libres de aceite y no comedogénicos, que no taponen los poros y se puedan producir por ello espinillas. Además, no se debe descuidar la protección solar de la piel.
CÓMO ELEGIR EL MÁS INDICADO Y CONTRAINDICACIONES
Según señalan desde Anefp, en un inicio se debería utilizar la versión más débil, es decir, con menos concentración de azufre, para comprobar la reacción de la piel. Aquellas personas que consideren que necesitan un efecto más astringente podrían utilizar las versiones más fuertes o concentradas.
Las personas con pieles secas no deben utilizar jabón de azufre. Las personas con la piel sensible o que tras su uso noten sensibilidad deben reducir el número de aplicaciones semanales o dejar de utilizarlo.
Los especialistas destacan que este tipo de jabones sólo deberían utilizarlos las personas con piel grasa o mixta, ya que en caso contrario resecaría la piel en exceso.
Además, frente a la moda de preparar los jabones en casa de forma artesanal, los técnicos de Anefp apuntan que no es recomendable tratar de hacer jabón de azufre en casa y recuerdan que los cosméticos fabricados industrialmente cumplen las normas de fabricación para asegurar que el consumidor utiliza un producto que cumple los estándares de calidad y seguridad.