CÓRDOBA 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cuidado de la piel en invierno no debe olvidarse, al contrario, debe "extremarse, puesto que existen factores asociados a esta época del año que afectan de forma negativa a la dermis, como las bajas temperaturas, la escasa humedad ambiental, el calor seco de las calefacciones y los cambios bruscos de temperatura", según ha indicado la doctora María José Espiñeira, dermatóloga especialista de la Unidad de Medicina Estética y del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Quirónsalud Córdoba y del Centro Médico Quirónsalud Jaén.
Según informa la institución hospitalaria en una nota, la doctora Espiñeira ha explicado que "es bien conocida la importancia de cuidar y de proteger la piel del sol en verano, pero es esencial resaltar que debe cuidarse, y mucho, durante los meses invernales".
No es cierto que la piel no necesita tantos cuidados en época de frío porque hay menos radiación solar, ya que el frío afecta a todo nuestro organismo y también a la piel, "que se encuentra expuesta a las inclemencias climatológicas, siendo las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos, las zonas más sensibles a las bajas temperaturas, al estar más expuestas", ha detallado.
Con el descenso de las temperaturas, la piel se vuelve más pálida debido a que los capilares se contraen, también disminuye la producción de grasa y hay una mayor deshidratación cutánea, lo que hace que la piel se vuelva más seca, descamada y fisurada y, en consecuencia, más sensible e irritada.
En este sentido, la doctora Espiñeira ha afirmado que hay que tener en cuenta en esta época las actividades en montaña, donde existe un mayor peligro de quemaduras solares. Con la altitud disminuye el espesor de la atmósfera capaz de absorber y dispersar la radiación ultravioleta y a esto se suma el efecto reflejo de la radicación que produce el hielo, "sobreexponiendo de esta manera la piel".
REDUCIR EL EFECTO DEL FRÍO EN LA PIEL
Así, para conseguir mantener la piel protegida del frío, sería necesario seguir algunas recomendaciones como hidratar adecuadamente todo el cuerpo, especialmente la cara y las manos, ya que son las partes más expuestas a bajas temperaturas. Una crema emoliente adecuada con lanolina y urea ayudará a mantener la piel sana durante el invierno. No se debe abusar de duchas y baños de agua caliente, "lo ideal y mejor para nuestra dermis es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día, ya que esto aumentaría la deshidratación de la piel", ha destacado la doctora.
Asimismo, hay que tener especial cuidado con los cambios de temperatura al entrar y salir de los locales con calefacción, pues el paso rápido del frío al calor y viceversa es negativo para la piel, sobre todo para las más sensibles. Por tanto, "no hay que olvidar nunca la fotoprotección, especialmente cuando se hacen actividades de montaña y en la nieve".
La doctora Espiñeira ha recordado que el invierno es la mejor época del año para realizar tratamientos despigmentantes intensivos, como la luz pulsada intensa, también conocida por sus siglas en inglés IPL (intense pulse light). Consiste en una fuente de luz policromática emitida en forma de pulsos, cuyo efecto se basa en la fototermólisis selectiva, que establece que la energía suministrada a un tejido tiene una acción selectiva sobre una molécula diana, denominada cromóforo (tales como la melanina, el agua y la hemoglobina), sin afectar las estructuras adyacentes o haciéndolo mínimamente.
A la IPL se le aplican filtros que permiten acotar el rango de longitudes de onda emitidas, con el objeto de realizar tratamientos más precisos de distintas patologías, lo que le permite una gran versatilidad de tratamientos, desde lesiones pigmentadas o vasculares hasta fotodepilación o foto rejuvenecimiento. Esta técnica reduce los signos del envejecimiento, elimina las marcas del estrés en el rostro y las manchas provocadas por el sol, entre otras ventajas.
Para realizar un tratamiento con IPL, la piel no debe estar bronceada, por lo que las fechas más adecuadas para estos tratamientos son los meses de otoño e invierno.